Skip to content

Meditación - 2022 enero 24

(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 47:1–12, 1 Juan 4:1–6)

EL NUEVO NACIMIENTO: DE AGUA Y DEL ESPÍRITU

Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús.

—Juan 3:5

Cierta noche un importante líder judío busco a Jesús. Este líder judío llamado Nicodemo era fariseo. Los fariseos creían que las personas eran esencialmente buenas y que podían agradar a Dios con sus buenas obras y así merecer el cielo.

Jesucristo sin perder el tiempo va directo al grano, mire dice que si él no nace de nuevo no puede ir al cielo ni siquiera verlo. Nacer de nuevo es esencial para llegar al cielo. Nicodemo quiso saber cómo se podía hacer para nacer de nuevo. Entendió que Cristo le estaba hablando de un nacimiento en el tiempo. Jesús le aclaró que el nuevo nacimiento no es en el tiempo sino en la naturaleza. Pues nosotros nacemos pecadores. Eso significa que no importa cuántas veces podamos hacer de nuestras madres siempre volveríamos a nacer como humanos pecadores. Cristo mostró a Nicodemo que él necesitaba nacer de arriba del agua y del Espíritu. Así como no podemos hacer nada para nacer de nuestros padres, pues es algo que no está en nuestras manos, del mismo modo nada podemos hacer nosotros para nacer de nuevo, pues eso no está en nuestras manos. Sólo Dios puede hacer que las personas nazcan de nuevo y lo hace mediante el bautismo. Por esto Cristo mandó a sus discípulos que bauticen a las personas de todo el mundo. El bautismo actúa milagrosamente por el poder de la palabra de Dios haciendo que las personas nazcan de nuevo. No es una magia. La palabra de Dios es poderosa y puede crear no sólo el sol, la luna y las estrellas o el universo entero, sino también nuevas criaturas que nacen de la palabra y del Espíritu de Dios. Esto es posible gracias a los méritos de Jesucristo pues él, como nuestro sustituto, obedeció perfectamente la voluntad de Dios para que seamos declarados justos y murió en nuestro lugar en la cruz para que no seamos condenados. De esta manera, esa buena noticia produce fe en quien la oye, le da un nuevo nacimiento y la vida eterna como hijo de Dios engendrado, no por la decisión del hombre sino por la voluntad de Dios. En gratitud vamos a querer vivir en vida nueva guiados por la palabra de Dios de la cual nacimos.

Oración:

Roca de la Eternidad, mí único Salvador: te pido que, por tu gracia, fortalezcas mi confianza y fe más firmemente en ti y en tu obra salvadora ya consumada. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos