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Meditación - 2022 enero 13

(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 38, 2 Pedro 3:1–8)

LO NUEVO EN DIOS

Oh Jehová, eterno es tu nombre; Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación.

—Salmos 135:13

La Biblia nos enseña que Dios es eterno. Eso significa que no tiene principio ni fin. Nunca envejece ni se desgasta. Pero ¿Hay algo en Dios que sea nuevo?

La Sagrada Escritura nos dice que las misericordias de Dios son nuevas cada mañana. Pero no hay nadie que sea tan antiguo como Dios mismo y ¿cómo puede haber algo nuevo en él? Al parecer no habría nada nuevo en Dios y sin embargo todo en él es nuevo ¿Cómo así?

Usamos la palabra nuevo para denotar algo más reciente que lo viejo. Pero también la palabra nuevo se refiere aquello que no tiene ningún desgaste. Puesto que Dios es eterno, nunca se gasta, nunca cambia. Dios permanece nuevo para siempre, entonces, ¿Por qué en una visión del libro de Daniel, se lo representa como un anciano de días? ¿acaso eso no muestra que Dios es viejo?

Dios no es viejo como algo que está descartado o que ya es obsoleto. En la visión del libro de Daniel, se presenta a Dios como un anciano de cabello blanco y en muchas representaciones en cuadros y pinturas también se lo presenta así para indicar que Dios es lo más antiguo que existe pero es antiguo no en el sentido de viejo sino en el sentido de que nadie hay antes que él.

Puesto que lo eterno no cambia y es siempre nuevo, usamos el término viejo sólo con relación a lo que no es eterno. Lo que no es eterno es primero nuevo; después es usado y finalmente es viejo. Lo viejo está a punto de desaparecer. Dios nunca está a punto de desaparecer pues es eterno. Cuando Moisés le preguntó cuál era su nombre, Dios le respondió: «Yo Soy» Así le reveló a Moisés, que él era siempre el mismo, no cambia. En nuestra realidad el aquí y ahora es un segundo que pronto va a desaparecer. En la eternidad todo permanece sin cambio y Dios nos ha llamado a vivir en la eternidad. Hizo todo lo necesario para que podamos participar de su eternidad. Envió a su hijo Jesucristo para rescatarnos de la condenación a fin de que entremos a vivir en novedad de vida. En gratitud vamos a querer permanecer y honrar esa nueva vida en gracia.

Oración:

Señor, te doy gracias pues tu no cambias, tus promesas son fieles y firmes. Concédeme un corazón creyente que descanse en tus méritos para la salvación. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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