(Lectura de la Biblia en tres años: Deuteronomio 25, Lucas 3:21–22)

NO TENGA TEMOR DEL FUTURO

Yo oí, pero no entendí. Dije entonces: “Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?”. Él respondió: “Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.

(Daniel 12:8,9)

Tal vez usted ha oído el dicho: “No sabemos lo que nos depara el futuro, pero sabemos quién está a cargo del futuro”. Daniel confió en que el Señor lo sostenía en sus manos. Pero Daniel también quiso saber lo que pasaría en el futuro. Sin embargo, Dios le dijo: “No te preocupes por el futuro; yo me encargaré de él”. Dios no nos revela el futuro a nosotros tampoco. Eso se debe a que el futuro es asunto de él y no nuestro.

Como Daniel, nos preocupamos por lo que pasará mañana. Pero Jesús dice: “Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:34). Nuestro Salvador nos está diciendo: “Toma un día a la vez. He prometido cuidarte hasta que te lleve a tu hogar celestial. Confía en mí para cuidarte bien”.

No nos gusta pensar en que la preocupación sea un pecado, pero lo es. La preocupación es lo opuesto a la confianza. Cada vez que nos preocupamos decimos a Dios: “No confío en ti”. Con el fin de encargarse de nuestras preocupaciones, el Espíritu Santo fortalece nuestra confianza en: la sabiduría, el poder, y el amor de Dios, por medio del evangelio. El evangelio señala a la cruz de Jesús. En la cruz el Señor quita nuestros temores acerca de lo que sucederá en el futuro. El mensaje de la cruz nos asegura que cuando dejemos esta vida, tendremos un maravilloso futuro en el cielo. El mensaje de la cruz nos dice que Dios nos ama y que nos cuidará hasta el día en que muramos. El apóstol Pablo escribe: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32).

Oración:

Querido Señor, por medio de tu amor por nosotros en Jesús cambia nuestros temores en confianza. Amén.

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