
Meditación - 2022 agosto 17
(Lectura de la Biblia en tres años: Levítico 8:16–36, Mateo 27:15–22)
SIGAMOS EL CAMINO DE JUSTICIA
Pero vosotros aunque visteis esto, no os arrepentisteis después para creerle
Mateo 21:32
Jesús nos muestra un camino muy claro a seguir: la senda a la vida eterna en el cielo. Juan el Bautista también habló acerca de este camino con una sola palabra:
¡ARREPENTIMIENTO! El camino al cielo va acompañado por el arrepentimiento que comprende tres pasos distintos.
El primer paso es el pesar por nuestros pecados. Pero el sólo pesar no es suficiente. Judas, uno de los discípulos de Jesús, sintió pesar por haber traicionado a Jesús y regresó las treinta monedas de plata a los líderes religiosos; sin embargo, Judas fue condenado al infierno por su falta de fe en que Dios podía perdonar su gran pecado. El segundo paso en este camino es la confianza por la fe en lo que Jesús hizo por nosotros. Creemos que Cristo pagó por todos los pecados con su muerte y, debido a su sacrificio de cruz, Dios perdona todos nuestros pecados. El tercer paso que sigue naturalmente a los otros dos en este camino, con la ayuda del Espíritu Santo, es el deseo ferviente de no cometer nuevamente estos pecados. Oímos las palabras de nuestro Salvador: "Tus pecados te son perdonados" (Mateo 9:2). En otra ocasión oímos que Jesús nos dice: "Vete y no peques más" (Juan 8:11). Por esas palabras tenemos el deseo de mejorar nuestra vida cristiana dejando el pecado.
En el idioma griego arrepentirse significa "un cambio de idea". Este arrepentimiento en nosotros producirá más que solamente un cambio de idea, porque también produce un cambio con lo que hacemos en nuestra vida.
Solamente sentir pesar por los pecados no es verdadero arrepentimiento, porque no puede producir una nueva manera de vivir. Algunas personas dicen que se arrepienten pero no cambian su vida. No es suficiente decir “lo siento”, y después seguir día a día como sin nada. El arrepentimiento hará que dejemos atrás los pecados que amábamos antes y procuraremos ya no cometerlos nuevamente.
El Espíritu Santo nos hace ver a Jesucristo y nos da la fe para creer en él como nuestro Salvador. El apóstol Pablo nos recuerda: "Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos" (Gálatas 5:24). Nuestra naturaleza pecadora muere. Cuando esto sucede, hay evidencia en nuestra vida con la ayuda del Espíritu Santo. En nuestro viaje por el camino al cielo seguiremos los tres pasos del arrepentimiento todos los días de nuestra vida.
Oración:
Señor, siento pesar por mis pecados y confío solamente en Cristo para el perdón de todos ellos. Por medio del poder del Espíritu Santo sigue ayudándome a no pecar más. Amén.
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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