(Lectura de la Biblia en tres años: Levítico 7:17–38, Mateo 27:1–10)

PERSONAS PIERDEN BENDICIONES CUANDO NO VIVEN POR LA FE

Y no hizo allí muchos milagros debido a la incredulidad de ellos

Mateo 13:58

Muchas personas no creyeron ni siguieron a los apóstoles cuando ellos predicaron acerca de Jesús. Jesús preparó a sus discípulos para enfrentar esta reacción cuando les dijo: "El discípulo no es más que su maestro ni el siervo más que su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!” (Mateo 10:24,25).

Las Escrituras nos dicen que algunos quieren oír la palabra de Dios y otros no. También la Biblia nos muestra que algunas personas: odian a los cristianos y a su fe, y hasta tratan de destruir la iglesia cristiana.

Los que luchan y trabajan contra la iglesia también pierden la oportunidad de las bendiciones que la iglesia les ofrece. En verdad los cristianos sufren por poco tiempo mientras vivan en la tierra. Los cristianos sufren porque los no-creyentes luchan contra ellos. Pero los incrédulos tendrán que vivir por siempre en el infierno, debido a que luchan contra los creyentes.

Jesús fue a su pueblo natal a predicar el evangelio, pero la gente de Nazaret solamente veía a Jesús como un niño que había crecido en su pueblo. Se preguntaban cómo podía ser este hombre el prometido Salvador del mundo. No querían oír lo que Jesús tenía que decir y por eso se perdieron muchos. Después de este acontecimiento, Jesús no hizo más milagros en Nazaret, pero lo peor de todo fue que perdieron al Hijo de Dios y la vida eterna en el cielo.

Hoy en día muchas personas pierden la oportunidad al rehusar escuchar a Jesús. Estas personas culpan a Dios, cuando se enferman, cuando deben acudir a Dios en busca de ayuda porque él quiere ayudarnos. Muchos culpan a Dios cuando no tienen dinero suficiente. Si sólo se volvieran a Dios con fe, aprenderían a estar satisfechos con lo que Dios les ha dado y se darían cuenta de que Dios se preocupa por ellos y quiere ayudarlos.

Bendiciones tras bendiciones, se pierden porque algunas personas no creen en Dios. En el último día todas las personas tendrán que estar ante el trono del juicio de Dios. Entonces los no-creyentes culparán a Dios porque tendrán que vivir en el infierno por toda la eternidad, como resultado de no haber creído. Dios sí les había preparado la salvación y el cielo, pero ellos lo rechazaron.

Oración:

Amado Señor, siempre sigue ayudándonos a conservar las bendiciones de la vida a través de la fe en Jesús, nuestro Salvador. Amén.

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