
Meditación - 2022 abril 30
(Lectura de la Biblia en tres años: Génesis 24:26–43, Mateo 8:5–13)
¡NO ESTAMOS SOLOS EN EL UNIVERSO!
Les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
—Mateo 20:28
Cuando un creyente asume el reto de responder al llamado de Dios para predicar a Cristo como evangelio, el infierno entero se levanta en su contra para tratar de convencerlo de dar un paso atrás pues tal decisión sería la peor que pudiera ser tomada en la vida. De pronto uno encuentra uno y mil obstáculos con todo el mundo en su contra y ninguno a su lado para apoyarle. ¿Es quizá ese el momento de dar un paso al costado, o hacia atrás? ¡Definitivamente no!. ¿Por qué?
Primero, porque Dios no se equivoca cuando llama y el promete estar con sus siervos hasta el fin del mundo. Segundo, porque cuanto más solos nos parece que estamos es cuanto más acompañados estamos en realidad. Como en el caso del profeta Elías que pensó que él era el único creyente que había quedado en Israel. Pero cuán equivocado estaba pues, como el Señor le dijo, había «siete mil israelitas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado.» (1 Reyes 19:18). Tercero, Jesucristo, quien promete estar con nosotros siempre hasta el fin del mundo es todopoderoso y nada es imposible para él de tal modo que podemos estar confiados en que «porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré.» Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?» (Hebreos 13:5-6). Lo que significa que tú y Cristo ya hacen mayoría absoluta. Tal como lo dijo Martín Lutero: «Me vi a mí mismo y supe que era imposible salvarme. Después vi a Cristo y supe que era imposible perderme». Por tanto «¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? […] en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.» (Romanos 8:31-32, 37-39)
Oración:
Concédeme, Señor, el querer mantener mi mirada en ti y en tu obra redentora, de manera que en mí haya tal gratitud que me mueva a compartir el evangelio a los demás, revela en mi vida el amor que tú me has mostrado en tu Hijo. Te suplico me santifiques en la verdad de manera que no me haga cómplice de la mentira cuando el enemigo mediante sus estrategas quiere adulterar el mensaje. Amén.
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 01
Ver Recursos