Skip to content

Meditación - 2022 abril 13

(Lectura de la Biblia en tres años: Génesis 10, Mateo 5:1–5)

¡CRISTO ES LA IMAGÉN DE DIOS!

El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.

—Hebreos 1:3

La Biblia no deja ningún lugar a dudas respecto a que la salvación de la condenación eterna es por la fe. Nuestras obras no tienen ningún papel en cuanto a alcanzar la salvación. El apóstol Pablo escribió: «Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.» (Efesios 2:8-9). ¿Significa eso que en la vida del cristiano no hay lugar para las buenas obras? ¡No!. En el versículo siguiente Pablo deja claro: «Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.» (Efesios 2:10)

Las buenas obras del creyente no nacen del miedo al castigo o del deseo de aplacar la ira de Dios. Un cristiano que sabe que la salvación es absolutamente gratuita, entiende que no puede añadir nada a lo que Cristo hizo. Pero quiere hacer buenas obras en gratitud a Dios por la salvación. Las buenas obras del creyente le nacen del corazón. Una de las primeras reacciones del corazón cristiano a la salvación es la confesión de fe. La mujer samaritana no tardó en ir a contar a sus paisanos acerca de Cristo. Como está escrito: «de lo que abunda en el corazón habla la boca.» (Lucas 6:45).

La fe vive y actúa en la vida cristiana, mueve constantemente a los cristianos a hacer buenas obras. Jesús no les dijo a los discípulos: «Deben ser mis testigos», sino les dijo: «serán mis testigos». Cuando el sanedrín les dijo a los apóstoles que no predicaran el nombre de Jesús, ellos respondieron: «No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído» (Hechos 1:8; 4:20). «Escrito está: «Creí, y por eso hablé.» Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.» (2 Corintios 4:13). Así como una de las primeras palabras de un bebe es papá o mamá, un cristiano desde sus primeros pasos dice «Creo» ¿Qué es lo que cree? En gratitud por la redención creemos la sana doctrina, la confesamos y la profesamos.

Oración:

Señor, hay mucho que quiero conocer. Pero lo más importante ya me fue revelado gracias a tu amor y misericordia: Que somos salvos únicamente por los méritos de tu Hijo y no por los nuestros. Concédeme, Señor, el querer mantener mi mirada en ti y en tu obra redentora, de manera que la gratitud que me mueva a compartir el evangelio a los que no te conocen. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos