(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 7:21–8:17, 1 Timoteo 2:7–15)

NO ESTAMOS SOLOS EN EL UNIVERSO

Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad. —¡Ay, mi señor! —exclamó el criado—. ¿Qué vamos a hacer? —No tengas miedo —respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos.

—2 Reyes 6:15–16

¿Se ha sentido alguna vez tan solitario que pareciera que nadie tenía interés en usted? Mucha gente en la actualidad vive con la sensación de haber sido abandonadas por todos. Sin embargo, la verdad es que en realidad no hay nadie que realmente esté solo. ¿Cómo así?

El profeta Eliseo fe el sucesor del profeta Elías. Al profeta Elías le tocó vivir en una época de gran idolatría del reino de Israel al norte cuando Acab permitió que el pueblo se vaya tras los ídolos y no contento con eso dejó que su esposa, la famosa Jezabel, haga daño al pueblo. Después de defender victoriosamente la fe en Jehová, Elías recibió la amenaza de Jezabel y ante eso huyó al monte de Dios, allí habló con el Señor y le dijo que todos los creyentes habían sido asesinados y que solo quedaba él. Dios le reveló que no había estado solo sino que había siete mil creyentes leales a Jehová. Como la batalla había dado un giro decisivo Eliseo, quien sucedió a Elías enfrentó a sus enemigos poderosos con el don de la Sola fe. Su criado al ver que el ejército Sirio venía contra ellos entró en pánico. Dios le abrió la vista espiritual y el criado contempló un ejército mucho más números que el ejército Sirio, eran la huestes espirituales al servicio de Dios y que las ha puesta como protectores de la humanidad, y especialmente del pueblo de Dios contra el ataque de las huestes espirituales de Satanás. Nosotros no tenemos que pelear contra el ejército diabólico. Por el contrario, los ejércitos de ángeles de Dios nos guardan del peligro. Dios ha previsto todo no solo para nuestro sostén diario sino también para nuestra seguridad diaria. En gratitud vamos a querer valorar el cuidado protector del Señor.

Oración:

Gracias Señor por haber provisto todo lo necesario para otorgarnos la salvación gratuitamente. Gracias por Jesucristo, el Mesías prometido, el Salvador del mundo y por haber provisto todo lo necesario para tener el perdón de los pecados por medio de los medios de gracia. Finalmente, gracias por tus ejércitos celestiales que nos guardan de los ataques de Satanás. Amén.

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