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Meditación - 2021 septiembre 28

(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 7:1–20, 1 Timoteo 2:1–6)

HAZTE FAMA Y ÉCHATE EN CAMA

Vale más un Don Nadie con criado que un Don Alguien sin pan.

—Proverbios 12:9

El Título de la meditación de hoy puede ser el más controvertido de la región. Usamos este refrán para remarcar la importancia de tener un buen nombre pues suele abrir muchas puertas a la oportunidad. Y aunque no debe ser nuestra primera preocupación y es sano mantener limpio nuestro buen nombre o fama. Es importante notar que cuidar hasta el último detalle para mantener nuestra fama puede terminar costarnos más de lo que tenemos y dejarnos sin nada.

En algunas culturas la fama o el buen nombre de una persona no le es adjudicada debido a sus valores morales o su destacada participación en la comunidad, sino simplemente en el hecho de tratarse de una persona con bastante dinero. En donde el dinero y la riqueza forman parte de la buena fama de las personas es tentador querer aparentar ser rico sin en realidad serlo. Quienes caen en esa tentación gastan gran parte de su dinero tratando de impresionar a personas que no hay que impresionar

Algunas personas están tan fascinadas con “Don Alguien que usan una apariencia falsa de riqueza simplemente por amor a las apariencias (versículo 9). Otros no intentan aparentar nada y aunque parece que no son “nadie”, sin embargo tienen un sirviente que los ayuda con sus tareas. En nuestra cultura que les da tanto énfasis a las posesiones materiales, muchos hombres y mujeres contraen deudas fuertes solamente para mantener la apariencia de riqueza. Eso no es bueno y va contra la voluntad de Dios pues fomenta el culto a la riqueza ayudando a los demás a pensar que la riqueza es un refugio seguro. A este mal en la actualidad se lo conoce con el nombre de esnobismo y encontramos una excelente ilustración del mismo descrita en Santiago 2:1–7. En versículo 6 lo identifica con insultar al pobre. Es esnobismo es un pecado contra el prójimo pobre al que se lo humilla y causa estrés haciéndole sentir desdichado por su condición. Por eso somos merecedores de toda la ira divina. Dios nos ha perdonado gracias a que Cristo protegió al débil y al pobre en lugar nuestro y en la cruz fue castigado por nuestro pecado. En gratitud vamos a querer dejar de ofender a los pobres con nuestras actitudes presuntuosas y acercarnos a él para ayudarlo a superar sus desdichas.

Oración:

Gracias Señor por tu gran misericordia al perdonar mi necedad. Concédeme ser empático con mi prójimo de modo que no le sea tropiezo ni impedimento para beneficiarse Cristo y su obra salvífica. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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