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Meditación - 2021 septiembre 27

(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 6, 1 Timoteo 1:12–20)

¿SOMOS MANANTIALES O POZOS?

Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

—Mateo 6:31–33

¿Ha tenido usted la experiencia de haberse quedado sin un solo centavo? La experiencia es llevadera si no tiene la responsabilidad de sostener a otras personas. Pero es muy diferente si usted tiene a su cargo niños pequeños o si de repente quien traía el pan diario ha muerto y no hay forma de conseguir dinero de inmediato. ¿Cómo enfrentar la situación?

Satanás y el mundo ofrecen soluciones inmediatas pero con costos a la larga altísimos. Ni el mundo ni el diablo tienen recursos ilimitados y por eso cobran caro los favores que ofrecen. Solo Dios, el Creador tiene recursos ilimitados e infinitos. Tal como está escrito: «De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan» (Salmo 24:1) a Satanás le encanta ayudarnos a pensar que nuestro futuro es sombrío y que solo tomando las precauciones satánicas podremos salir victoriosos ante lo que se avecina. Una de sus estrategias es engañarnos con la idea errada de que cuánto menos gastos hagamos más dinero tendremos. Sin considerar que la mesura en los gastos no produce por sí misma la riqueza. Como está escrito: «El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia. Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.» (2 Corintios 9:10–11). Las ofrendas que apartamos para Dios no son su bendición sobre todas las personas como cuando se presentan como acto de gratitud y no como algo que hay que vender. Es la voluntad de Dios que los creyentes sostengan con sus ofrendas el avance de la palabra hacia todo el planeta. Es tentador usar ese dinero como si fuera nuestro y gastarlo en lo que se presente o al final ahorrarlo para el futuro. Pero la realidad es diferente y no ofrendar es muestra de ingratitud y falta de arrepentimiento que nos hace merecedores del infierno eterno. Es solo a Jesucristo, sustituto nuestro quien cumplió perfectamente la voluntad de Dios y en la cruz sufrió nuestro castigo. En gratitud vamos a querer ser manantiales inagotables cuyos recursos se originan en Dios.

Oración:

Señor, gracias te doy por haberme salvado por los méritos de tu Hijo y porque el Espíritu Santo me ha llamado, iluminado, santificado y hablado en la Santa Escritura. Te suplico me guardes de caer en la tentación de olvidar la misión y visión de la iglesia y las veces a veces de olvidar. Amén.

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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