Skip to content

Meditación - 2021 septiembre 25

(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 5:1–14, 2 Tesalonicenses 3:16–18)

¿ES USTED UN INSIGNIFICANTE PERDEDOR?

El oro, aunque perecedero, se acrisola al fuego. Así también la fe de ustedes, que vale mucho más que el oro, al ser acrisolada por las pruebas demostrará que es digna de aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo se revele.

—1 Pedro 1:7

Nuestra época se caracteriza por el materialismo ostentoso. Eso significa que las personas no solo buscan ser ricas materialmente sino que no contentos con eso buscan ostentar sus bienes con el propósito de sentirse superiores por medios de hacer sentir perdedores a los demás. Eso es el producto de la necesidad de las empresas para mantener sus ventas en constante flujo. Para lograrlo han conseguido crear un sentimiento de desazón en quien no tenga el nuevo modelo del año.

Parece que, comparado con ellos, nosotros no tenemos mucho. Cada día la gente dice y hace cosas que buscan hacer sentir a los demás que no valen nada. Cada día alguien quiere hacerle sentir como un perdedor; y muchas veces lo logran al punto que más de uno cree que es un perdedor. ¿Realmente el celular, el televisor o el automóvil que tenemos nos hacen valiosos? ¡De ninguna manera!

Dios, el ser más rico de todo el universo, y quien sabe la verdad de todas las cosas piensa que usted es un ser precioso. Delante de Dios cada ser humano es tan valioso como el otro. Tanto así que no escatimó nada para poder rescatarnos del reino de Satanás. Tan valioso es para Dios el ser humano que tomó lo más valioso que él tenía, su Hijo eterno: «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.» (Juan 3:16). Tal como está escrito: «Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.» (2 Corintios 8:9).

Gracias a Jesucristo Dios nos considera valiosos. Pero también nos ha dotado de algo muy valioso de verdad, el don de la fe. La gracia de Dios para nosotros es gratuita, pero fue un regalo muy costoso. En gratitud vamos a querer apreciar lo que Jesucristo hizo a favor nuestro y también apreciar los dones que nos da.

Oración:

Señor, confieso que por mi propia razón o elección no puedo creer en Jesucristo, mi Señor, ni acercarme a él. Sino que el Espíritu Santo me ha llamado mediante el evangelio, me ha iluminado con sus dones, me ha santificado, me hizo parte del Israel de Dios y me guardado en la fe verdadera. Te doy gracias porque me has dado gratis lo que tuvo tan alto precio. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos