(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 2:21–3:5, 2 Tesalonicenses 2:13–17)

LA PROVIDENCIA DIVINA HA PREVISTO EL PAN DIARIO

Danos hoy nuestro pan cotidiano.

—Mateo 6:11

Si nuestro planeta estuviera solo un poco más lejos o más cerca del sol la vida tal como la conocemos no sería posible. En la naturaleza Dios ha establecido tal equilibrio tan exacto que si un pequeño elemento desaparece afecta a la totalidad irremediablemente. La creación entera refleja un diseño inteligente pero también sincronizado tan perfectamente que puede calcularse donde estará cualquier cuerpo celeste de aquí a mil años hacia adelante o hacia atrás. ¿Significa eso que Dios ya no interviene en nada de lo que sucede en la creación?

Según la Biblia Dios sigue involucrado en cada cosa que sucede en el universo entero. Sin embargo ha sujetado a la creación a un proceso por el cual todo lo que en ella se produce y sucede está organizado para los propósitos divinos. Cuando Dios creó a Adán y Eva, ya la creación estaba diseñada para suministrar todo lo necesario para la existencia humana que surgiría de la primera pareja. Esto significa que todo lo necesario para la existencia de cada ser humano ya está provisto desde el inicio. Por esto la oración pide «nuestro pan» pues es el pan (la palabra hebrea «lejem» significa tanto alimento como pan) que Dios ha provisto y asignado a cada ser humano para que tenga una buena existencia mientras viva en la tierra.

Así como Dios hace llover sobre malos y buenos, del mismo modo ha suministrado el pan para todos aunque no sean parte de su pueblo. Por lo que ese pan será provisto independientemente de si es pedido o no. Entonces ¿Por qué Cristo enseñó a pedirlo en oración?

El Reformador Martín Lutero en su breve instrucción cristiana explica: «Ciertamente Dios da el pan cotidiano sin necesidad de nuestra oración aun a todos los malos, mas suplicamos en esta petición que él nos guíe a darnos cuenta de esto y a recibir con acción de gracias nuestro pan de cada día.»

Poseemos lo necesario para la existencia humana gracias al interés del Señor en que ninguno se pierda y vaya al infierno eterno. Dios ha dado a cada ser humano un tiempo de gracia que le dé la oportunidad de conocer la salvación por Cristo, de cómo él fue nuestro sustituto para ganar nuestra salvación. Siendo ya salvados, en gratitud vamos a querer adorar a Dios reconociendo que de él proviene nuestro alimento

Oración:

Te doy gracias Señor porque por tu gracia y providencia no solo tengo el pan diario sino también tu cuidado amoroso. Por el perdón de pecados y la vida eterna gracias a los méritos de tu Hijo Jesucristo. Amén.

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