(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 16, 1 Timoteo 6:3–10)

El mejor ejemplo

La Palabra de Dios: Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró.

(2 Tesalonicenses 3:5)

Amar y perseverar, ¿alguna vez ha hecho así? Si su respuesta es afirmativa lo felicito, pero no todos actúan así. Son tantos los ejemplos de la vida real, que nos demuestran lo contrario. Mi amigo, Alex, estuvo perseverando en su carrera universitaria porque esto le daría al final de su graduación una mejor posición financiera para sus negocios. Pero lo hizo con tan poco amor que fracasó y no pudo terminar sus estudios. Otro ejemplo fue el de María quien tuvo problemas con su Jefe y adoptó por enojarse y abandonar su puesto de trabajo. En resumen, los dos faltaron la perseverancia de Cristo mencionada en nuestro texto.

Como cristianos, llevamos dos tareas grandes; la primera es convivir con los que nos rodean, es decir, con nuestro prójimo. Esto puede ser difícil porque muchas veces nos señalan o quieren hacernos daños y muchos nos ven hasta como locos. La segunda tarea es contra el diablo, siempre presto a llevarnos por el camino del pecado por esa puerta espaciosa que siempre termina en la ruina. Por eso, debemos contar con el apoyo de nuestra iglesia, y nuestros amigos y familiares cristianos. Debemos ser perseverantes en el fortalecimiento de nuestra congregación cristiana, en predicar con amor y cariño el Evangelio de nuestro Señor con nuestro prójimo. Debemos inspirarnos en Jesús que demostró durante todo su período en la tierra cuan perseverante era. Nunca dejó de enseñarles una y otra vez a pesar de que muchos no querían o no entendían. Durante los cuarenta día en el desierto, en amor a su misión y a su Padre, respondió a cada tentación del diablos con amor a través de la Palabra. En la cruz nunca vaciló y perseveró hasta que fuera consumado el pacto divino de que era necesario que el Hijo del hombre muriera para que todo aquel que en Él creyó se salvara y tuviera vida eterna. Sí, Jesús es el mejor ejemplo de amor y perseverancia.

Oración:

Padre celestial, gracias por amarme sin medida, ayúdame a amar y perseverar inspirado en las enseñanzas de Cristo Jesús nuestro Salvador. Amén

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