(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 11, 1 Timoteo 4:6–16)

El mejor papel

La Palabra de Dios: “…revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes”

(1 Pedro 5:5)

»Un niño estaba intentando conseguir una parte en una obra en la escuela. Su mamá contaba que el niño había puesto su corazón en ello y ella temía que no fuera elegido. El día que las partes de la obra fueron repartidas, la mamá estaba en la escuela. El niño salió corriendo con los ojos brillantes, con orgullo y emoción. y dijo, “Adivina qué mamá” gritó y luego dijo: “He sido elegido para aplaudir y animar”1

¿Cuántas veces hemos actuado como el niño de la historia? De seguro que muy pocas veces porque a veces resulta difícil aceptar lo que Dios tiene preparado en nuestras vidas. A veces, no aceptamos o nos negamos a una vida llena de sacrificios, a un trabajo con poca remuneración, a una casa que no es espaciosa o como queremos. En fin, somos muy exigentes en nuestra vida material y esto no agrada a Dios.

La humildad debe provenir de nuestro amado Jesús. Desde la humildad aceptó morir por nosotros aún cuando sabía del sufrimiento que iba a venir sobre su cuerpo. Nació, creció, y vivió entre nosotros para enseñarnos con amor y regalarnos su evangelio de vida. Murió por nosotros y aún en aquel tormento sobre la cruz de madera tuvo compasión de aquellos que los condenaron y dijo “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34) Su ejemplo nos inspira a llevar una vida más humilde y con plena confianza en el Señor Jesucristo. A veces Dios, en su infinita sabiduría, nos da las cosas que le pedimos cuando es necesario y cuando es su voluntad. A veces queremos algo, pero si no lo tenemos es porque aún no es el tiempo. Como hijos de Dios, queremos ser buenos cristianos, llevando una vida recta, venciendo al pecado, amándonos los unos a los otros, creyendo sin cesar en nuestro Salvador, siempre para agradecer el mejor papel que Dios nos ha dado en su obra grandiosa: la salvación.

Oración:

Padre celestial, te doy gracias por ser parte de la obra tuya y regálame la Salvación en Cristo Jesús. Amén

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