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Meditación - 2021 octubre 27

(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 32:1–19, Filemón 1–7)

Ciudadanos de la tierra celestial.

Palabra de Dios: Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.

Tito 3:1

Devoción: El pasado 11 de julio, en mi país un gran número de personas salieron a las calles para reclamar al gobierno por falta del fluido eléctrico y otros descontentos. En esas manifestaciones, hubieron escenas de extrema violencia. Algunos ciudadanos viraron ruedas arriba de los autos de la policía. También rompieron vidrieras y robaron cuanto pudieron. En otros lugares, apedrearon hospitales donde permanecían niños que padecían la Covid 19. Estas escenas me entristecieron mucho porque nunca había visto de cerca tanto nivel de violencia.

Vivimos en un mundo marcado por las guerras y los enfrentamientos que solo lleva al sufrimiento de los pueblos. Es por eso que, como cristianos, debemos ser muy cautelosos y responsables porque a pesar de nuestra posición cristiana todavía somos ciudadanos de una nación que tiene reglas, leyes, deberes y derechos y tenemos que ser consecuentes con ello. Jesús, en una ocasión, nos dijo que diéramos al César lo que es del César, es decir, que debemos respetar a nuestros gobiernos porque somos ciudadanos. Pero, esto no implica que dejemos de ser creyentes o que por ello perdamos nuestra fe y amor a Dios. Para nada, porque es cierto que Jesús dice que diéramos a nuestro gobierno lo que es suyo pero también es cierto que diéramos a Dios lo que es de Dios.

¿Y qué es del gobierno y qué es de Dios? Del gobierno, es sus leyes y debemos respetarlas, es su sistema de educación y salud. De verdad, la lista es larga. Ahora, de Dios es la iglesia y su ministerio, de Dios el amor que profesamos al prójimo, de Dios es el mensaje salvador de Cristo Jesús. Por eso motivo debemos orar en todo momento por nuestros gobernantes para que Dios pueda guiarlos por la senda del amor y la bondad.

Yo sigo orando para que en mi país no sucedan más escenas como estas. Pido mucho a Dios y sigo siendo un buen ciudadano, respetando mi gobernante pero sobre todo amando y confiando en Dios, estando siempre listo y dispuesto a toda buena obra, porque el objetivo como cristianos es ser ciudadanos del reino celestial que, gracias a Jesús, heredaremos.

Oración:

Padre celestial, bendice mi gobierno, y a mi gobernante, guíalo por la senda del amor y la paz. Ayúdame a ser un buen ciudadano, y sobre todo un buen cristiano. Amén

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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