(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 9:12–26, 1 Timoteo 3:8–16)

La mejor adopción

Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.

Juan 15:9

»La maestra estaba estudiando con un grupo de primer grado la pintura de una familia. En la pintura había un niño que tenía el cabello de color diferente al resto de los miembros de la familia. Un niño del grupo sugirió que el niño de la pintura era adoptado. Una niña le dijo: “Yo sé todo de adopciones porque soy adoptada” ¿Qué significa ser adoptado? Preguntó otro niño. “Significa”-dijo ella- “que tu creces en el corazón de tu Mamá en lugar de crecer en su vientre”1

¡Qué bella historia! Alegría debemos sentir los cristianos porque hemos nacido en un nuevo ser gracias a nuestro amado Salvador Jesús, no importa nuestro color de piel, nuestro país, Jesús es nuestro Salvador, te salvó a ti, a tu hermano, a mí, a todos nos salvó, Dios es su infinita misericordia nos dio ese regalo.

»El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada. Al que no se mantenga unido a mí, le pasará lo mismo que a las ramas que no dan fruto: las cortan, las tiran y, cuando se secan, les prenden fuego. »Si ustedes se mantienen unidos a mí y obedecen todo lo que les he enseñado, recibirán de mi Padre todo lo que pidan. Si ustedes dan mucho fruto y viven realmente como discípulos míos, mi Padre estará orgulloso de ustedes. Así como el Padre me ama a mí, también yo los amo a ustedes. Nunca dejen de amarme (Juan 15: 5-9) Esa es la invitación de Jesús porque, permaneciendo en Él, encontramos el valor para salir de nosotros mismos, preocuparnos por las necesidades de los demás y dar nuestro testimonio cristiano en el mundo. ¡Esa es la principal enseñanza de la historia de la niña que mencionamos al principio!, creemos en el amor de Dios que tuvo hacia nosotros al enviar a su Hijo Jesús para morir por nosotros, creemos en ese mensaje de amor de Jesús que no distingue sino que consuela, salva y da vida eterna. La salvación en Cristo Jesús es la mejor adopción que podemos aceptar.

Oración:

Padre celestial, te doy gracias por enviar a Jesús como nuestro Salvador, porque soy Hijo tuyo a pesar de mis pecados. Amén 1Cuento de Leo Buscaglia, tomado de internet

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