
Meditación - 2021 noviembre 8
(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 43, Hebreos 4:14–16)
LA HORA FINAL
Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que instruyen a muchos en la justicia serán como las estrellas por toda la eternidad.
—Daniel 12:2–3 (RVC)
En la tierra nada es para siempre, todo tiene un final. Nuestra vida actual también tiene un final. Para las personas ese final viene el día que mueren. Pero para la historia de la humanidad caída ese final vendrá el último día, cuando Cristo retorne. ¿Cuándo será ese día?
El profeta Daniel recibió de Dios revelación acerca del tiempo final. La meditación del texto de hoy habla de ese día. Aunque Daniel tiene muchos detalles específicos y reveladores acerca de ese día, pero no nos revela la fecha exacta en que sucederá. Respecto a ese día Jesús les dijo a sus discípulos: «Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.» (Mateo 24:36). Muchos están muy interesados en saber tal fecha para poder estar preparados y así salir bien parados portándose bien algún tiempo antes. Lastimosamente no entienden que la salvación no se gana con nuestra buena conducta ni con las buenas obras que hayamos hecho. La salvación la ganó Cristo al obedecer perfectamente la voluntad de Dios en lugar de nosotros y al padecer el castigo que merecemos por ser pecadores. Dios no acepta nuestras buenas obras pues no alcanzan la medida divina, es decir, son imperfectas (Mateo 5:48) y para él son solamente como un trapo sucio (Isaías 64:6). Todos nuestros actos, sentimientos y devoción son pecaminosos y no pueden agradar a Dios. Solo los méritos de Jesucristo cumplen la norma y le agradan. Esos méritos de Cristo nos son atribuidos gratuitamente mediante la fe. Esa fe es creada por el Espíritu Santo en nuestros corazones solamente por medio del evangelio: 1) predicado en estudios y sermones o 2) administrado en los sacramentos del bautismo y la cena del Señor. Sí Cristo volverá, para unos será una mala noticia pues su condena eterna habrá llegado. Para otros será un día feliz pues su gloria eterna será visible e irán a la vida eterna agradecidos de haber sido salvados gratuitamente. ¡Gracias a Dios por su don inefable! (2 Corintios 9:15).
Oración:
Señor, un día vendrá Jesucristo a juzgar al mundo entero y puesto que nací pecador y todavía tropiezo con el pecado merezco escuchar que me castigas a la condenación eterna. Pero no quiero eso para mí. Tú enviaste a Jesucristo como mi sustituto para que en lugar de mí él obedezca perfectamente tu voluntad y para que su pago en la cruz por mis pecados me sea acreditado a mí favor. Te doy gracias por tu misericordia hacia nosotros pobres pecadores. Te suplico que mediante tu evangelio me fortalezcas en la verdadera fe para la vida eterna. Amén
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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