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Meditación - 2021 noviembre 4

(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 38, Hebreos 3:1–6)

DIOS ES EL CREADOR DE TODAS LAS COSAS, DICE LA BIBLIA

Toda casa es hecha por alguien; pero el que hizo todas las cosas es Dios.

—Hebreos 3:4, RV95

¿Es Dios real para usted? Muchos hay que se encuentran acongojados al no tener certeza de la existencia de Dios. Rene Descartes fue uno de ellos. Él decidió dudar de todo en la vida. Dudaba de lo que sus ojos veían. Es considerado el padre de la duda metódica. Tanto dudo de todo que llegó a una conclusión indudable. Él dijo: «es indudable que dudo, y si dudo significa que pienso, y si pienso: existo». A partir de la convicción de su propia existencia racional concluyó que Dios, el creador de todo, existe. La fe en Dios de Descartes era el resultado de su razonamiento lógico, no era fe bíblica. ¿Cómo así?

Nuestro intelecto y nuestra conciencia nos llevan a la inevitable conclusión de que Dios existe y que también existen el bien y el mal. Pero, a causa de nuestro pecado, esa fe razonable hace de la razón un dios, de tal manera que por ella determinamos que es lo que vamos a creer o practicar. Si la Biblia afirma algo que no es razonable preferimos lo razonable como verdad y no lo que la Biblia misma dice. Por otro lado están quienes se basan más en el corazón que en la razón. Ellos creen en Dios, no porque hayan llegado a esa conclusión mediante la razón, sino porque sintieron algo que les da esa convicción. Vivieron una experiencia religiosa. Tal como una antigua canción dice: «Hay cosas que yo no comprendo, lugares hay donde yo no iré. Pero sí sé, y es verdad: que mi Dios es real porque lo siento en mi ser» Esa fe tampoco es bíblica. Es fe sentimental. No creen en Dios porque lo hayan razonado, ni porque la Biblia lo enseñe. Creen porque algo impactó su corazón: un sueño, una visión, un milagro, etcétera. Llegado el momento de la verdad y cuando la Biblia y el sentir se contradigan, ellos elegirán la experiencia religiosa como base de su fe antes que lo que la Biblia diga.

Tanto nuestra razón como nuestro corazón tienen su lugar en la vida cristiana. Pero su lugar no es el de autoridades para determinar qué creer o cómo vivir la vida cristiana. Solo la palabra de Dios tiene esa autoridad. Dar esa misma autoridad a la razón o al corazón es pecado de idolatría. Cristo ganó el perdón por este pecado cuando puso a la palabra de Dios por encima de todo y cuando murió pagando nuestro pecado. En gratitud vamos a querer creer porque la Biblia lo dice y no porque sea lo más razonable o sintamos que algo es de Dios.

Oración:

Señor, en gratitud a la sustitución que efectuaste para mi salvación quiero ser una persona de tu reino que continuamente aprende y se ejercita en poner en práctica la sabiduría bíblica. Que tu palabra sea mi guía y tu evangelio la fuente de mi fe. Concédeme el conocimiento, la inteligencia y la sabiduría que necesito para servirte mientras me permites vivir aquí en la tierra. Amén.

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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