Skip to content

Meditación - 2021 noviembre 2

(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 36:14–32, Hebreos 2:5–11)

¿SE PERDIÓ PARA SIEMPRE EL ORIGINAL DE LA BIBLIA?

Luego que el rey quemó el rollo con las palabras que Jeremías le había dictado a Baruc, la palabra del Señor vino a Jeremías: «Toma otro rollo, y escribe exactamente lo mismo que estaba escrito en el primer rollo quemado por Joacim, rey de Judá.

—Jeremías 36:27–28

Hay personas que piensan que es de muy poco provecho leer la Biblia como palabra de Dios. Piensan porque creen que el texto original de la Biblia se ha perdido para siempre al ser copiada una y otra vez a través de los siglos ¿Es así?

Dios mismo ordenó al profeta Isaías proclamar a voz en cuello lo siguiente: «La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.» (Isaías 40:8) Este texto de Isaías es citado por el apóstol Pedro en su primera epístola (1 Pedro 1:24,25) y el mismo Señor Jesucristo, respecto a la Biblia, dijo: «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.» (Mateo 24:35). Dios mismo afirma que su palabra permanecerá y él mismo se ha encargado de conservar el texto original a través de los cientos de copias hechas.

Aunque el manuscrito original del libro de Jeremías ya no existe porque el rey Joacim lo quemó. Pero eso no significa que el texto original se haya perdido pues Dios ordenó a Jeremías haga una copia exacta a la que fue quemada y que añada nueva revelación de modo que sirva a los siervos del Señor de las generaciones venideras (Jeremías 36:32) Del mismo modo Dios conservó la integridad del texto bíblico a través de los siglos mediante las esmeradas copias hechas por los siervos del Señor.

Joacim, mostró su desprecio por la palabra de Dios al quemar el rollo en el que estaba escrita. Nosotros cometemos el mismo pecado cuando no le prestamos atención al ser leída en nuestras reuniones y cuando no la ponemos por obra. Por eso merecemos la ira eterna de Dios en el infierno. Cristo nos libró de la condenación apreciando la palabra de Dios, al escucharla y aprenderla con diligencia. Lo hizo en lugar de nosotros y ese mérito nos es atribuido gratuitamente por la fe. Además él recibió, por nosotros, el castigo que merecemos. En gratitud vamos a querer «temer y amar a Dios, de modo que no despreciemos su palabra ni la prédica de ella; sino que la consideremos santa, la oigamos y aprendamos de buena voluntad.»

Oración:

Amado Padre celestial, por tu sola gracia enviaste a tu Hijo Jesucristo para que, siendo él mi sustituto, me salve de la condenación eterna. En gratitud a tu gran amor quiero apreciar tu palabra. Por eso te suplico, concédeme que, oportuna y valerosamente, la escuche, crea, aprenda, la ponga en práctica y pueda yo comunicar las buenas noticias de salvación. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 01

Ver Recursos