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Meditación - 2021 mayo 22

(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 142–143, 1 Corintios 15:33–38)

LA VENIDA DEL CONSOLADOR

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.

—Juan 14:26

Tener que afrontar los problemas cotidianos puede resultar en tal angustia y estrés que necesitemos el apoyo emocional de parte de alguien empático que nos haga retomar la correcta perspectiva de la realidad. Ese alguien, por supuesto, será una persona de nuestra entera confianza, un amigo confiable. En la vida espiritual también afrontamos desafíos demoledores pues la carne, el mundo y el diablo atentan contra nosotros y nuestra fe. Jesucristo habló de este asunto con sus discípulos en las horas previas al inicio de su pasión. ¿Qué es lo que les dijo?

Poco antes de su arresto, Jesús habló con sus discípulos acerca de lo que estaba a punto de suceder. Él ya no estaría con ellos del modo al que estaban acostumbrados. Ellos seguirían sirviéndole con el ministerio de la palabra al cual los había llamado y tendrían que enfrentar persecución por causa de su nombre. Pero no los dejaría solos: «No los voy a dejar huérfanos», les prometió. También dijo: «yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre». Ese otro Consolador es el Espíritu Santo (Juan 14:16–18). Es interesante que la palabra griega traducida «otro» signifique «otro, pero de la misma clase», dejando claro que ese otro consolador también es divino. Aunque es verdad que los apóstoles iban a necesitar consuelo después de la despedida de Jesús, la palabra griega «paráklētos» traducida «Consolador» significa más exactamente «Confortador, alguien que fortalece», Dios quiso fortalecer a su iglesia y por eso envío al Espíritu Santo en aquel Pentecostés.

El Espíritu Santo, nuestro Paracleto, no solo vino sobre la iglesia de aquél entonces, sino que está presente allí donde la Palabra de Dios es anunciada pues no está separado de ella. Cada vez que somos expuestos al evangelio audible (como cuando es enseñado o predicado) o visible (en los sacramentos del Bautismo y Cena del Señor) somos llenados con el Espíritu Santo.

Oración:

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. ¡Aleluya! Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra. Amén. Oh Señor, que en Pentecostés iluminaste los corazones creyentes con la luz de Tu Espíritu Santo; concede que nuestras intenciones y propósitos sean rectos y que la paz de tu evangelio resplandezca en nosotros. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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