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Meditación - 2021 mayo 13

(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 124–126, 1 Corintios 14:7–15)

JESUCRISTO ES TODOPODEROSO

Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia.

—Efesios 1:22

A cierto niño de edad preescolar que, al parecer viajaba solo en un avión, otro niño de mucho más edad le preguntó si no tenía miedo de que el avión se pueda caer del aire. Ante la negativa el jovencito inquirió: ¿Por qué no tienes miedo? Él niñito le respondió muy seguro: “porque mi papá es el piloto y él sabe muy bien lo que hace”

No solamente el hecho de que un virus haya llegado a ser una pandemia, sino también que las cuarentenas y la gran cantidad de personas que han fallecido y las otras que han quedado con daños, han generado mucho temor en la población. A esto se añaden los desastres naturales, problemas sociales y políticos y la falta de comprensión, solidaridad y empatía entre nosotros mismos como seres humanos nos han dejado un panorama muy desolador ante el cual surge una pregunta: ¿Puede alguien tomar control y arreglarlo todo?

La respuesta es un rotundo sí. No solo porque tal persona sí existe, sino también porque él está en control de todo en este mismo instante. La serie de eventos que vienen sucediendo, y que a nuestro parecer son desastres, a él no le han tomado por sorpresa. Esa persona no es otro que nuestro Señor Jesucristo. En el texto de nuestra meditación San Pablo nos dice que Cristo es el soberano que está sobre toda autoridad, y a cargo de todo lo que sucede. El mando de Cristo es absoluto, y usa todo su poder para el bien de su iglesia. Cristo es el amo y señor de todo el universo, incluso de los países, de sus gobernantes. Eso significa que todo lo que logran es solo porque él lo permite y para su propósito. Pero para la iglesia, Cristo es su cabeza, y por tanto él hace que todo lo que suceda resulte en bien de su pueblo al que cuida como su esposa. Aunque, por causa del pecado fallamos al Señor y nos hacemos merecedores de su ira, él nos salvó cuando aún estábamos perdidos y ahora que somos suyos nos cuida mucho más todavía. No sólo pagó nuestros pecados también nos acompaña en el camino de la vida, guiándonos con su amorosa mano. En sus brazos podemos vivir confiados pues el todopoderoso nos cuida. En gratitud vamos a querer vivir alimentados por su palabra.

Oración:

Aunque merecemos tu justa ira y tu castigo, te pedimos, ¡oh Padre de misericordia!, que perdones nuestro pecado y nuestras muchas rebeliones. Defiéndenos de todo mal y peligro, en nuestro cuerpo y en nuestra alma. Líbranos de doctrinas falsas y perniciosas, y de guerra y derramamiento de sangre, de las tempestades y las sequías, de los incendios, de las epidemias, de la angustia del corazón y del desesperar de tu misericordia. En todo tiempo sé Tú nuestra ayuda eficaz. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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