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Meditación - 2021 marzo 25

(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 75–76, Romanos 15:22–26)

Malos planes

Así que desde aquel día acordaron matarlo.

Juan 11:53

Todos nosotros planeamos en menor o mayor escala. Nuestros planes pensados en lo que será mejor, no siempre resultan como queremos, pero eso no quiere decir que sea un mal plan. Un mal plan no es el que sale mal, sino el que busca hacer algún mal, desafortunadamente algunos malos planes, salen como se planearon y causan algún mal.

Los líderes religiosos han acordado que es necesario que Jesús muera, es mejor que el muera y no ellos. Desde ese día ellos estarán buscando la oportunidad para acabar con su rival, encontrarán muchas trabas, ya que no encontrarán ningún error en su vida y su enseñanza, tratarán de ponerle pruebas, en las cuales sale victorioso, pero, aun así, persisten en sus planes malvados. Se han olvidado de todo lo que aprendieron en las Escrituras, no buscan un juicio justo, no buscan el pecado, sino salir vencedores a costa de todo, aun su reputación delante de la gente. Podemos pensar, realmente ellos merecen el castigo de Dios porque buscan castigar y matar a un inocente, pero ¿Qué hay de nuestros planes? ¿Son siempre para hacer el bien? ¿No hemos planeado vengarnos o hacer algún mal a alguien? A veces nos excusamos diciendo: “A, pero esa persona si se lo merece. Pero,recuerda lo que Dios dice: “Mia es la venganza” (Deuteronomio 32:35) es algo que no nos corresponde, nuestros planes muchas veces son malos, buscan hacer algún mal, y al igual que los líderes religiosos de la época de Jesús, merecemos el castigo de Dios, no solo por esos malos planes, también por todos los pecados que cometemos todos los días.

Los planes malvados de los sacerdotes y fariseos, parece que se realizaron como ellos querían, pero la realidad es que no lo vencieron, Jesús se entregó voluntariamente a la muerte, ya que era su misión, dar su vida en rescate por todo el mundo, logrando el perdón de los pecados del mundo, los tuyos y los míos incluidos, por su muerte tenemos la esperanza de la vida eterna.

Oración:

Bendito Padre de misericordia, que has cargado nuestros pecados en tu Hijo, y nos has regalado la fe, escucha nuestras súplicas y danos el perdón y la vida eterna. Te lo pido por los méritos de mi Salvador Jesucristo. Amén.

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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