(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 71, Romanos 14:14–23)

No saben nada

Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo:—Vosotros no sabéis nada

Juan 11:49

A lo largo de nuestra vida, vamos adquiriendo diversos conocimientos, los cuales nos ayudan para diferentes circunstancias en la vida. Saber el funcionamiento de una computadora, nos ayuda para poder usarla correctamente. Si no sabemos usar algo, necesitamos que alguien nos enseñe, todos tenemos diferentes conocimientos, todos sabemos algo de algún tema.

Caifás el sumo sacerdote de ese año, como la máxima autoridad dentro de ellos, trata de mostrarles que él tiene la solución al problema, ya que todos ellos no la habían encontrado, para Caifás, ellos no estaban viendo lo evidente, lo necesario para que la gente dejará de creer en Jesús, y así evitar que los romanos los destruyeran. Quería conservar el Templo y su nación unida aquí en la tierra, sin embargo, años más tarde lo que buscaba conservar seria destruido.

Muchas veces nosotros queremos conservar las cosas materiales, pero al igual que Caifás no logramos hacerlo, nuestro conocimiento es limitado en muchos aspectos y lo que creemos que es mejor no siempre lo es, el conocimiento que tenemos lo usamos para este mundo, pero necesitamos saber más, saber sobre Dios y la salvación. Ese conocimiento lo encontramos en la Biblia, que es la Palabra de Dios, en ella tenemos el conocimiento que necesitamos, y nos dice la obra de Jesús. Él no vino a conservar el Templo en Jerusalén, vino a construir una nación que jamás será destruida, constituida de toda tribu lengua y nación; construida sobre la roca que es Cristo mismo. Vino a cumplir la Ley de Dios en nuestro lugar, vino para dar vida a lo que estaba muerto, a ti y a mí, que estábamos muertos en nuestros pecados, nos vino a dar vida eterna.

Tal vez no sabemos nada, pero lo que sabemos, nos lo ha revelado el Padre mediante su Palabra, y eso que sabemos es que nuestros pecados han sido perdonados, que ya han sido colgados en la cruz, y que tenemos entrada al cielo por la obra de nuestro Señor Jesucristo.

Oración:

Bendito Dios y Padre, gracias por darme el conocimiento de la obra de tu Hijo Jesucristo, porque su obra es perfecta, yo soy perfecto delante de ti, no por mis obras, pero sí, por las de Cristo. Amén.

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