(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 52–54, Romanos 10:7–14)

¿Es en serio?

Lo rodearon los judíos y le dijeron: —¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

Juan 10:24

Tal Vez has usado alguna vez esta pregunta en respuesta a alguna pregunta a la cual es obvia la respuesta, ya sea por lo que están viendo o lo que ya les has hablado, y aun quieren que nosotros les confirmemos lo que quieren saber. Entonces, decimos ¿Es en serio? ¿Es en serio que aun con lo que has visto aun no puedes tener la respuesta? ¿Es en serio que aun con lo que te he dicho no sabes la respuesta?

Cuando vamos leyendo el Evangelio de San Juan, encontramos a nuestro Señor Jesucristo anunciando las buenas noticias de Salvación, sanando enfermos y realizando diferentes milagros, cosa que no se había visto desde los profetas. Cuando él anunciaba las buenas noticias, decía sobre él, diferentes atributos que no tienen los seres humanos, ni aun los más grandes profetas, dijo yo soy la luz del mundo (Juan 8:12) e identificándose tal como lo hacía el Padre en el Antiguo Testamento, diciendo YO SOY. Ahora encontramos a nuestro Señor pasando por el pórtico de Salomón, en ese momento los judíos le rodean para hacerle una pregunta muy importante, Si eres el Cristo, dínoslo francamente, ¡no nos tengas en suspenso! Al ver el progreso de acontecimientos en los capítulos antes de nuestro texto diríamos ¿Es en serio? ¿Es en serio que aún no han entendido todo lo que Cristo ha hecho y dicho? Desafortunadamente es lo que pasa al ser humano cuando no tiene fe, puede ser tan evidente todo a su alrededor y el no entender lo que está pasando, piensa un poco, así hemos sido todos nosotros, en las primeras ocasiones que nos compartieron el evangelio, no creímos, no entendimos lo que Cristo hizo por nosotros, y merecemos la condenación por nuestra incredulidad (Marcos 16:16)

Gracias a Dios que, por medio de su Palabra, Dios nos ha concedido la fe, abriendo nuestro entendimiento, para comprender que la obra de nuestro Señor Jesucristo es para nosotros, para nuestra Salvación, y que gracias a Él, tenemos la esperanza de la vida eterna.

Oración:

Bendito Padre, te agradezco por darme la fe y así poder entender la obra de tu Hijo, la cual hizo para mi salvación, guardame en esta fe para estar contigo en el cielo. Amen.

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