Skip to content

Meditación - 2021 marzo 01

(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 43–44, Romanos 8:28–32)

No pueden ir

Otra vez les dijo Jesús:—Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis ir.

Juan 8:21

Cuando somos niños, hay muchos lugares a los que no podemos asistir porque no tenemos la edad suficiente, aun cuando queremos seguir a nuestros padres simplemente no podemos acompañarlos. Aun de adultos hay lugares a los que no podemos ir porque no tenemos lo que se nos pide.

Nuestro Señor Jesucristo dice a los escribas y fariseos que él se va, como lo había dicho antes (Jn. 8:14), ahora agrega que ellos no pueden ir, no pueden porque no tienen las calificaciones para ir donde nuestro Señor Jesucristo va, ellos necesitan perfección, y tienen pecado, en el cual también morirán, porque la consecuencia del pecado es la muerte (Rom. 6:23). Al no reconocer su pecado, tampoco reconocen su necesidad de ser salvados, por eso no reconocen a Cristo, ni lo pueden acompañar. Esa es la misma condición de todo ser humano, no somos diferentes a los escribas y fariseos, a donde va nuestro Señor, no podemos ir, no tenemos las calificaciones necesarias, somos pecadores y morimos en ellos.

¿Cómo podemos ir con el Padre? Necesitamos tener lo que tiene Cristo, para poder llegar a los cielos a donde va nuestro Señor. No lo tenemos, por eso Dios nos muestra nuestra condición pecaminosa a través de su Ley, y nos enseña que necesitamos de un Salvador. Pero no nos deja en desesperación, sino que también nos muestra en su Evangelio, que hay una forma de ir a donde va Cristo, y que todo esto lo hizo nuestro Señor Jesucristo. El cumplio la Ley en nuestro lugar, y el sufrió el castigo que merecemos por nuestros múltiples pecados. Esa obra de redención la ofrece gratuitamente a quien cree en Él como su Señor y Salvador, su vida perfecta es nuestra vida perfecta delante del Padre, su muerte inocente es nuestra muerte. No podemos ir al Padre por nuestros pecados, pero, si, por la obra perfecta de nuestro Señor Jesucristo, la cual hizo por ti y por mi.

Oración:

Bendito Padre, gracias por guiarme con tu Ley a reconocer mis pecados, y gracias por que en tu Evangelio me das paz al saber que tu Hijo ya cumplio y sufrio por mi, y ahora puedo ir donde él va, a Tu lado. Amen.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 abril 23

Ver Recursos

Meditación - 2019 abril 23

Ver Recursos

Meditación - 2019 diciembre 17

Ver Recursos