(Lectura de la Biblia en tres años: Proverbios 8, 2 Corintios 4:7–11)

La ley es el amor

El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

Romanos 13:10

Alguna vez se ha preguntado que, cuando ayudamos a alguna persona o cuando no le robamos a otra persona o cuando no hablamos mal de algún compañero, estamos dando una muestra de amor. Pues sí. Parecen cosas simples, pero ellas están contempladas dentro de los diez mandamientos que Dios le dictó a Moisés en el monte Sinaí. Dichas órdenes pondrían sobre la mesa la constante preocupación de Dios para que se le honre y también respetemos y amemos al prójimo, el prójimo que será siempre esa persona que tenemos al lado, la conozcamos o no. Y es que, hoy en día, a veces cuesta a las personas dar amor y ser consecuentes con el dolor del afligido o el desamparado.

Hay una canción que entre sus versos expresa: ¿quien me da su casa y quien me la renta? Es decir, es muy difícil hacer bien al prójimo porque si notas que alguien no tiene donde vivir, ¿le regalarías tu casa? Quizá usted piense que es un ejemplo muy exagerado pero es que en realidad eso nos demuestra las imperfecciones que tenemos a causa del pecado.

Es por ello que debemos utilizar la ley no solamente como algo que nos prohíbe muchas cosas, sino también como una guía para hacer bien al prójimo y, sobre todo, de relacionarnos mejor con Dios. Y así de esta forma, nuestro Salvador Jesús, el que mejor supo amar al prójimo con alegría, verá eso como una expresión de nuestra fe en Él. Recordemos siempre que "El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor." (Romanos 13:10)

Oración:

Padre celestial, ayúdanos a honrar tu nombre constantemente en pensamiento palabra y obra. Inspíranos a amar, sin medida, a nuestro prójimo como lo hizo nuestro eterno Salvador Jesús. Amén.

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