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Meditación - 2021 junio 22

(Lectura de la Biblia en tres años: Proverbios 20:13–30, 2 Corintios 10:12–18)

Olvidaron algo

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

Mateo 5.8

¿Alguna vez le ha sucedido que luego de despertar al salir y ver el sol tiene dificultad para abrir completamente los ojos y poder apreciar el alrededor? Así mismo sucede con el pecado porque nos ciega y nos aleja de Dios, estábamos en la oscuridad, lejos de la Santidad Divina porque nuestra pecaminosidad no nos dejaba acercarnos al trono celestial de Dios.

Por ejemplo, los fariseos y escribas jamás pudieron ver que a quien crucificaron. El pecado cegó sus ojos y asesinaron al Hijo de Dios, el verbo encarnado, el Mesías, que solo vino a predicar la buena nueva “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro, a consolar a todos los enlutados” (Isaías 61: 1-2) Los fariseos y escribas interpretaron las leyes a su manera y forma y las convirtieron en actos banales religiosos olvidando lo importante, la pureza del corazón. Olvidaron el amor, la promesa de Dios y por esa razón Jesús siempre los atacó duramente.

Un corazón limpio no se trata de obras que hagamos para que nos vean y reconozcan, no se trata de caridad, tampoco de ocupar un “puesto importante” en la congregación donde asistimos, todo eso es necesario hacerlo, pero en nada contribuye a la Santidad. A pesar de nuestro pecado original, un corazón limpio significa en nosotros un nuevo nacimiento en Cristo, nuestro querido y eterno Salvador, es buscar a Dios, adorarle constantemente mediante nuestras acciones, no simplemente de palabras. Solo así podremos vencer el velo del pecado que a veces nos quiere quitar la vista hacia Dios. Solo así seremos bienaventurados y limpios de corazón.

Oración:

Padre celestial, te pido que me ayudes siempre a vencer el velo del pecado que a veces me intenta apartar de ti, y que nunca deje de aferrarme a la luz de tu Hijo Jesús. Amén

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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