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Meditación - 2021 julio 21

(Lectura de la Biblia en tres años: Cantares 4–5, Efesios 1:1–2)

LA COMUNIÓN ES EN TORNO AL CORDERO DE DIOS

Me dirijo a personas sensatas; juzguen ustedes mismos lo que digo. Esa copa de bendición por la cual damos gracias, ¿no significa que entramos en comunión con la sangre de Cristo? Ese pan que partimos, ¿no significa que entramos en comunión con el cuerpo de Cristo?

1 Corintios 10:16–17

En muchos lugares las personas se reúnen en torno a una causa, un proyecto, una necesidad, una celebración, etc. Pero, los creyentes queremos reunirnos en torno al evangelio. ¿Cómo así?

Poco después del inicio de la reforma, las iglesias tomaron conciencia que se habían estado reuniendo en torno a un destacado cristiano, a quien querían imitar (por eso se llamaban franciscanos, salesianos, etc.), o en torno a la iglesia principal en Roma (por eso se llamaron católico romanos). Entonces surgió la pregunta ¿En torno a qué nos reunimos los creyentes bíblicos? No podía ser en torno a la ley pues para eso están las sinagogas judías. La respuesta no tardó en salir de la misma palabra de Dios: Nos reunimos en torno al evangelio. El evangelio es la Palabra de Dios que nos anuncia las buenas noticias de salvación y el perdón de pecados gratuito, gracias a Cristo. Fue el mismo Señor quien mandó proclamar el evangelio tanto en forma predicada como en forma visible, como se lo hace al administrar el bautismo y la cena del Señor. A estas tres presentaciones del evangelio llamamos también «medios de gracia» porque dan a conocer la gracia de Dios: su amor inmerecido por el cual nos salva. Los creyentes nos reunimos en torno a los medios de gracia, es decir en torno al evangelio. De ahí que las iglesias llegaron a ser conocidas como evangélicas. Una autentica iglesia evangélica es la que predica el evangelio sin adulterarlo, y administra los sacramentos de acuerdo a como Cristo mandó administrarlos. En gratitud a la salvación que Cristo pagó por nosotros vamos a querer tener comunión únicamente con una iglesia que se reúne en torno a Cristo como evangelio.

Oración:

Señor, confieso que por mi propia razón o elección no puedo creer en Jesucristo, mi Señor, ni acercarme a él. Sino que el Espíritu Santo me ha llamado mediante el evangelio, me ha iluminado con sus dones, me ha santificado, me hizo parte del Israel de Dios y me guardado en la fe verdadera. De la misma manera llama, congrega, ilumina y santifica a toda la iglesia cristiana en la tierra, y en Jesucristo la conserva en la verdadera fe. En esta iglesia cristiana diaria y completamente él me perdona a mí y a todos los creyentes todos los pecados. Y en el último día me resucitará a mí y a todos los muertos. Y nos dará vida eterna a mí y a todos los que creen en Cristo. Esto es ciertamente la verdad. Por eso estoy agradecido pues grande es tu misericordia. Amén.

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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