
Meditación - 2021 julio 2
(Lectura de la Biblia en tres años: Proverbios 27, Gálatas 1:1–10)
HAS CAMBIADO MI LAMENTO EN BAILE
Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta, para que te cante y te glorifique, y no me quede callado.
Salmos 30:11–12
Hace años atrás tenía una mascota canina de gran tamaño. La bañábamos, le dábamos su comida y la sacábamos a pasear un buen rato cada día. En cierta ocasión festiva pasaban por mi calle varias comparsas de personas bailando muy alegres mientras los espectadores los miraban desde las aceras, por lo que era difícil salir de casa. En un momento de descuido mi mascota salió y se perdió entre los bailarines. En vano la busqué por horas. Al parecer alguien se la llevó en algún vehículo. Mi esposa lloró toda la noche. Yo mismo, que no soy adepto a las mascotas, sentí una desolación indescriptible. Gracias al cielo, nuestra mascota apareció al día siguiente. Somos capaces de sentir dolor ante la pérdida de un ser querido y de regocijarnos mucho cuando vuelve, porque Dios nos ha creado así.
El rey David era un ser humano imperfecto como cualquiera de nosotros. En su fragilidad cayó ante la tentación en más de una ocasión. Eso mismo le sucedió antes de escribir el Salmo que hoy meditamos. Según la Biblia, David fue tentado a levantar un censo de Israel. Ante su pecado Dios le dio a elegir una de tres opciones disciplinarias. David eligió la última que parecía ser la menos dolorosa, pero implicaba el sufrimiento de su pueblo (1 Crónicas 21:1–22:6) Sin embargo, el Señor tuvo misericordia del pueblo y de David y detuvo la plaga. Cuando David conoció la bondad de Dios se emocionó con gran gozo y dijo las palabras de nuestra meditación. Sí, Dios es el único que puede cambiar nuestro lamento en baile. No hay pecador tan perverso por quien Cristo no haya dado su vida. No hay pecado tan grande que no pueda ser cubierto por su sangre. Dios nos amó y demostró definitivamente su amor por nosotros en que «cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8). En gratitud vamos a querer celebrarlo con todo nuestro corazón, nuestra mente, y con toda nuestra alma.
Oración:
Gracias te doy Señor por todas tus bondades y misericordias con las que bendices abundantemente mi vida. Te suplico que por los méritos de tu Hijo me perdones el haber estado más concentrado en lo que pienso que me falta que en lo grande de tu amor y misericordia. También que abras los ojos de mi entendimiento para que pueda apreciar, rebosante de gratitud y gozo, la magnitud de tu bondad y en sincero asombro me regocije, exulte de júbilo y baile de alegría. Amén.
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
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