
Meditación - 2021 febrero 4
Meditación - 2021 febrero 4
(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 10–11, Romanos 1:24–32)
LAS RECOMPENSAS DE LA VIDA EN GRACIA
Cuando predico el evangelio, no tengo de qué enorgullecerme, ya que estoy bajo la obligación de hacerlo. ¡Ay de mí si no predico el evangelio! En efecto, si lo hiciera por mi propia voluntad, tendría recompensa; pero si lo hago por obligación, no hago más que cumplir la tarea que se me ha encomendado.
—1 Corintios 9:16–17
Puesto que hemos heredado la naturaleza pecaminosa de Adán, nuestro primer antepasado, nuestra tendencia natural es cometer pecados. No somos pecadores porque pecamos. Pecamos porque somos pecadores de nacimiento, tal como el rey David lo reconoce: «Tengo que admitir que soy malo de nacimiento, y que desde antes de nacer ya era un pecador. (Sal 51:5, Biblia Traducción en lenguaje actual). Por tanto solamente somos merecedores de padecer toda la ira de Dios en el infierno. Aún nuestras buenas obras están contaminadas con el pecado puesto que no las hacemos perfectamente como lo exige Dios (Mateo 5:48) de tal manera que delante de Él son como un trapo de inmundicia (Isaías 64:6).
No merecemos ninguna recompensa de parte de Dios. Por esto Jesucristo enseñó a sus discípulos a confesar este defecto: «Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha mandado, deben decir: “Somos siervos inútiles; no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber.”» (Lucas 17:10).
Entonces ¿Cómo es que la Biblia enseña que habrá recompensas para los que obran el bien? El bien obrado con la intención de ganar algún mérito que nos ayude a merecer el perdón y la salvación no tiene ninguna recompensa. Pero el bien obrado en gratitud a Dios por el regalo gratuito de la salvación sí tiene recompensa. Pero no porque la merezcamos sino por la gracia de Dios. A cada buena obra que hacemos motivados por la gratitud a Dios, el Señor le añade los méritos de la vida justa de Jesucristo. Por esa razón llamamos a esas recompensas de gracia. Solo el evangelio tiene el poder de producir gratitud en el corazón humano.
Motivar a los creyentes a hacer buenas obras para agradar a Dios tratando de obedecer su ley moral solo consigue soberbia de quien hizo tales obras pues de esa manera llega a considerar que el mérito es suyo y que Dios le debe un premio. Es la gratitud ante la gracia de Dios la que recibirá recompensas de gracia.
Oración:
Oración: Señor, confieso que mis buenas obras no te agradan porque son imperfectas y proceder de un pecador, pero sé que las aceptas como perfectas por causa de los méritos perfectos de tu Hijo Jesucristo. Por tus medios de gracia, te suplico afírmame en la verdadera fe para la vida eterna de tal manera que me sea posible apreciar el ministerio de mis hermanos y hermanas en la fe. Amén.
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos