
Meditación - 2021 febrero 11
Meditación - 2021 febrero 11
(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 20–21, Romanos 3:25–31)
LOS HIJOS ADOPTADOS POR DIOS
Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos.
—Gálatas 4:4–5
¿Somos hijos de Dios por adopción o por haber sido engendrados por la palabra?
Al leer la Biblia es usual encontrarnos con palabras y expresiones que tienen diferentes significados. Si no tenemos cuidado podemos con estas llegar a mal interpretar la escritura. Por ejemplo, muchos imaginan que la palabra «Herodes» es el nombre de pila de un rey. Sin embargo «Herodes» es un título que identifica a cierta clase de rey. Por tanto «Herodes» se refiere a varias personas que pertenecieron a una clase de gobernantes que existió en Israel hace más de dos mil años: así hubo un «Herodes» llamado «el grande» (Mateo 2:1) para distinguirlo de otro «Herodes» llamado «Arquelao» (Mateo 2:22) o de otro conocido como «Herodes el tetrarca» (Lucas 3:19)
Lo mismo sucede con la expresión «hijos de Dios». Puede significar cualquier ser humano como criatura de Dios (Hechos 17:28; Lucas 3:38; Hebreos 12:9). Pero en otras ocasiones se refiere a los ángeles del cielo (Job 1:6; 2:1) o a los seres humanos que adoran al único Dios (Génesis 6:4; Mateo 5:9). En el Nuevo Testamento se refiere en forma especial a los que Dios ha engendrado por el poder del evangelio predicado o unido al agua del bautismo, como está escrito: «Por su propia voluntad nos hizo nacer mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación.» (Santiago 1:18; Juan 3:5; 1:12,13). Pero además de darnos nueva vida mediante el poderoso evangelio, Dios nos adopta oficialmente como sus hijos. En la antigüedad las personas eran reconocidas como hijos de sus padres en una ceremonia especial denominada «adopción». Dios nos reconoce como hijos suyos el día de nuestro bautismo de modo que con toda certeza podamos decir: «Soy bautizado, soy hijo de Dios» Todo, solo gracias a los méritos de Cristo. En gratitud vamos a querer vivir en toda piedad e integridad como lo que somos, los hijos de Dios engendrados por la palabra.
Oración:
Oración: Misericordioso Dios: Confieso que soy pecador y que te he desobedecido con mis pensamientos, palabras, y acciones. He hecho lo que es malo y he fallado en hacer lo que es bueno. Por esto merezco tu castigo tanto ahora como eternamente y no merezco ser llamado tu hijo. Pero en verdad estoy arrepentido, y confiando en mi Salvador Jesucristo, confieso que, por sus méritos nos perdonas todos nuestros pecados y gracias a esa salvación me engendraste hijo tuyo por la palabra del evangelio. Amén.
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos