(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 23:21–49, 1 Pedro 1:1–2)

TIEMPO DE NAVIDAD, CRISTO NUESTRA LUZ

El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos,

Isaías 9:2

En la navidad es muy común ver como las ciudades se llenan de luces mostrando diferentes figuras que adornan la ciudad, nuestras casas igualmente las adornamos con luces para demostrar que estamos en la festividad de la navidad. Pero en realidad, más que adornar nuestras casas con luces hermosas y costosas, en ese día cuando celebramos el nacimiento de Jesús, pensemos en lo que trajo Jesús al venir a este mundo. El pecado hace que todos nosotros vivamos en oscuridad, la carne pecaminosa nos lleva a ser enemigos de Dios y merecedores de estar eternamente en las prisiones eternas del infierno. La bendición de la navidad la encontramos en Jesús quien vino alumbrar a todo el mundo. Él no vino como luz para algunos o un grupo en especial, vino a alumbrar a todo el mundo, vino a librar al mundo de sombra de muerte, y por esto Él es nuestra Luz.

Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12, y nosotros, en esta navidad, damos gracias al Espíritu Santo quien nos trajo la fe en la Luz, en Cristo Jesús; nos sacó de las prisiones del diablo siendo nuestro sustituto al vivir perfectamente por cada uno de nosotros y morir en la cruz por toda la humanidad. Por esto cuando adornemos nuestras casas con luces en la navidad, solo recordemos que Jesús es nuestra Luz y nuestra vida está iluminada por el Espíritu Santo hasta el día que lleguemos al cielo. Amén

Oración:

Gracias Señor Jesús por ser nuestra Luz, por guiar nuestras vidas en este camino dificil de oscuridad y mantenernos preparados para llegar a tu presencia. Amén

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