(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 21, Santiago 5:1–6)

TIEMPO DE NAVIDAD, NACIMIENTO DE NUESTRO SALVADOR

6Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 7Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Lucas 1:6-7

Las películas de super héroes siempre muestran que este viene de un planeta lejano de manera fenomenal. Inventan historias para demostrar que este super héroe vino para salvar a la humanidad de robos, asesinatos y para implementar la justicia que todos necesitamos. Muchos quieren llamar a Jesús super héroe, pero no lo es. Él vino a este mundo, así como venimos todos los seres humanos, por el nacimiento de una mujer, pero su concepción fue de manera milagrosa porque el Espíritu Santo lo trajo al vientre de María para que fuera diferente a nosotros. Nosotros nacimos a este mundo con el pecado original y Él nació perfectamente sin pecado. Pero en esta Navidad vamos a recordar su estado de humillación, el cual consiste en que siendo cien por ciento hombre y cien por ciento Dios nació en un pesebre. No había un lugar cómodo para el nacer, por esto no es un super héroe que vino a este mundo de otro planeta. Él es nuestro Salvador que vino a librarnos del problema que da origen a todo el mal del mundo Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Mateo 15:19. Jesús vino a este mundo a librarnos del castigo eterno, y esto lo hizo al ser concebido y nacido sin pecado y al dar la vida por nosotros. En Romanos 3:25 leemos a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados. En la Navidad celebramos como vino nuestro Redentor por primera vez y como nos rescató del castigo en el infierno y nos ha dado la esperanza de la vida eterna gozosos esperando su venida por segunda vez en la cual nos llevará a este lugar eterno por siempre. Amén

Oración:

Gracias, Señor de los cielos, por enviarnos al Salvador, por enviar al Redentor por amor a todos nosotros. Amén

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