(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 20:45–49, Santiago 4:11–17)

TIEMPO DE ADVIENTO, DÍA DE LA CONSOLACIÓN

Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.

Isaías 40:1-2

Este último devocional del tiempo de Adviento viene con un mensaje poderoso de consolación. En el día final, muchos gritarán, otros van a querer que las montañas los oculten para evitar la ira de Dios y otros van a querer tener una nueva oportunidad. ¡Que no seamos parte de estos que van a vivir la ira de Dios! El tiempo de Adviento tiene este propósito claro de prepararnos para la venida de Jesús, y este propósito Dios lo ha cumplido alimentándonos espiritualmente. Encontramos hoy un mensaje no de ley, ni de infierno; escuchamos un mensaje de Paz, de consolación y esta consolación es para el pueblo de Dios, para nosotros los hijos de Dios. Estamos listos para la venida de nuestro Señor, estamos preparados porque nuestro pecado ha sido perdonado por los méritos de Cristo.

Este mundo invadido por el pecado quedará atrás para cada uno de nosotros. El día del fin es un día de Consolación para nosotros porque saldremos triunfantes de este mundo, puesto que el mismo que vino a este mundo a redimirnos con su vida perfecta y su sufrimiento y muerte es el mismo que vendrá por nosotros. Estamos ansiosos por su venida, pero también queremos seguir predicando la Ley y el Evangelio para que el Espíritu Santo traiga a muchos más a la fe. Esta fe nos da la seguridad de las Palabras de Jesús: Somos perdonados. Amén

Oración:

Espíritu Santo, consuélanos siempre para que el día de la venida de Jesús podamos tener el consuelo eterno. Amén

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