(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 17, Santiago 2:19–26)

TIEMPO DE ADVIENTO, DÍA DE NUESTRO PADRE PERPETUO

Pero tú eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.

Isaías 63:16

En los días del profeta Isaías el pueblo se había olvidado los mandamientos de Dios y siguieron a los dioses paganos, los patriarcas si estuvieran vivos no los reconocerían. El tiempo de Adviento nos está preparando para celebrar la Navidad. Pero su primer adviento nos debe recordar que vendrá de nuevo en el Ultimo Día para juzgar a los vivos y a los muertos. Las Escrituras muestran que nuestro pecado nos aleja de Dios y, en oportunidades, nos desconocemos a nosotros mismos porque no sabemos el alcance de nuestra maldad. Nosotros realmente merecemos ser echados en el infierno eterno.

Pero hoy damos gracias una vez más al amor de nuestro Padre, nuestro Redentor, el cual mostró su amor perfecto por cada uno de nosotros enviando al Mesías por primera vez para comprarnos de nuevo. La palabra redimir tiene ese significado” comprados de nuevo”, y hoy nosotros vivimos como redimidos. Por eso, no queremos abusar de la gracia de Dios practicando el pecado. Más bien vamos a pedir que el Espíritu Santo nos mantenga mirando al cielo como redimidos, alimentándonos con la Palabra para que nuestro Padre perpetuo nos mantenga en su Paz. Amén

Oración:

Padre Perpetuo gracias por tu misericordia mostrada en nosotros, la cual, por medio del Evangelio, nos mantiene en la mirada de la vida eterna. Amén.

Lea el Capítulo Completo Aquí