(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 14:1–11, Santiago 1:12–18)

TIEMPO DE ADVIENTO, DÍA DE DAR BUEN FRUTO

Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego.

Lucas 3:9

La figura que la Biblia nos presenta del hacha que está puesta en la raíz de los árboles muestra que en cualquier momento es la llegada de Jesús. No sabemos el día, ni la hora. Pero si nosotros somos cristianos pero no luchamos contra el pecado o enseñamos la doctrina de la salvación por obras, estamos dando un mal fruto que será cortado y echado en el fuego del infierno. Por naturaleza no podemos hacer el bien porque el pecado mora en nosotros y por esto solo damos malos frutos por nuestra naturaleza pecaminosa.

Solo podemos dar buenos frutos si somos conectados con Jesús quien, sí, dio el fruto perfecto, el fruto perfecto es su vida. San Pedro nos dice: 22el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 1 Pedro 2: 22-24. Podemos ver lo que Él hizo por nosotros. No hizo pecado y sufrió todo el castigo de la muerte en el madero para que nosotros seamos perdonados. Hoy sabemos que el hacha esta puesta en nuestras vidas porque en cualquier momento Jesús vendrá por segunda vez. Pero no seremos cortados, no seremos echados al fuego eterno porque el Padre en los cielos nos ve, a través de Jesús, con buenos frutos y el mismo Espíritu Santo hace que los produzcamos al cien por ciento. Amén

Oración:

Espíritu Santo, haz que produzcamos buenos frutos usando los mandamientos como guía para nuestras vidas al esperar la venida de Jesús. Amén

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