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Meditación - 2021 agosto 8

(Lectura de la Biblia en tres años: Isaías 18, Efesios 6:10–13)

EL SEÑOR… ESTARÁ CONTIGO

El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.

Deuteronomio 31, 8

La soledad llega a ser buena en algunas ocasiones. Hay momentos en que necesitamos nuestro tiempo para tomar un respiro de las agitantes labores de nuestra vocación y distraer nuestra atención en otra cosa. Sin embargo la soledad no siempre es buena, mucho menos en determinadas circunstancias en las que debemos tomar decisiones para emprender algo que sabemos debemos hacer. Tal como el niño que comienza a dar sus primeros pasos, tememos caer y causarnos daño. El sabernos desprovistos y desamparados ante las dificultades inquietan nuestro corazón al punto de hacernos desfallecer, ver que no hay alguien a nuestro lado hace que nuestra seguridad simplemente esté ausente. La incertidumbre acosa a los oídos de la mente y paralizan nuestros pensamientos, no podemos hacer nada.

Pero esa idea de que estamos solos y desamparados es una idea equivocada. Sí hay alguien que ha prometido estar a nuestro lado. El Señor, Dios del Cielo, se lo ha prometido. Cuando usted fue bautizado, el Dios Trino hizo un pacto con usted. En el momento en que la cristalina agua corría por su cabeza tuvo a Dios por su Padre, recibió todos los beneficios del acto redentor de Jesucristo y recibió el poder y la presencia del Espíritu Santo que da vida y la sostiene. Este es un pacto de gracia, es decir, un pacto que Dios hace con usted por su eterno amor y nada más. Por este pacto es que Dios le dice "El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará", por lo tanto, "No temas ni te desanimes".

Por medio de la lectura de la Palabra de Dios usted puede estar seguro de que no está solo. Nunca lo estará, no importa lo que padezca en el tiempo presente ni lo que le depare el futuro. En momentos de duda y ansiedad recuerde su bautismo. Recuerde que Dios lo ha adoptado como un hijo suyo, que el Señor Jesús padeció una terrible muerte por amor usted y resucitó para darle la seguridad de su propia resurrección en el día final, y que el Espíritu Santo le ha dado una nueva vida en Cristo perdonando sus pecados. Guarde en su corazón las palabras de Cristo que le dice: "No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes" (Juan 14, 18). Tal como el padre toma la mano de su hijo para que pueda dar sus pasos seguros, así Dios le sostiene a usted "siempre, hasta el fin del mundo" (Mateo 28, 20).

Oración:

Padre Celestial, en momentos de soledad y ansiedad, hazme recordar mi bautismo y las promesas que me has dado en él. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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