(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 110–111, 1 Corintios 10:7–14)

INSTRUCCIONES PRECISAS

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:19-20

Antes de contar con aparatos de servicios fiables de posicionamiento y navegación, muchas veces dependíamos en otras personas para llegar al lugar deseado, en muchas ocasiones teníamos que parar seguido y preguntar a quien encontráramos en el camino esperando nos dieran la orientación correcta.

Antes que nuestro Señor Jesucristo fuese llevado arriba al cielo, bendijo a sus discípulos y les dio instrucciones precisas en los versículos que meditamos hoy. Esta es la gran comisión y esa misma comisión nos da a nosotros. Él quiere que vayamos a hacer discípulos a todos los lugares de la tierra. Y nos dice que para hacer discípulos debemos bautizarlos en el nombre del Dios Trino y debemos estudiar todo lo que nos ha revelado en su santa palabra. Para no pensar que estamos solos, nos promete que él está con nosotros en cada momento, hasta que venga a llevarnos con él el día de nuestra muerte o cuando venga por segunda vez a juzgar al mundo.

Así que debemos buscar la forma en que nuestras propias vidas encajen en la grandeza del reino de Dios. No importa quiénes somos, en donde vivimos o qué podemos lograr, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la expansión del reino del Señor aquí en la tierra.

A veces pensamos que ser fiel a la gran comisión significa ir a otro lugar. Esto puede ser cierto para algunas personas. Pero mientras que algunos son llamados a ir a lugares lejanos, la mayoría de nosotros estamos llamados a penetrar en donde vivimos. El mundo entero es un campo misionero y no necesitamos ir muy lejos para encontrarlo. Puede estar tan cerca como tu propia casa, la casa de al lado, los asientos ocupados por las personas con las que viaja en el autobús o el metro cada mañana. El punto es que la gran comisión confirma que todos tenemos un lugar adonde ir. Para algunos de nosotros, ese lugar puede muy bien ser el lugar en el que ya estamos. Lo que sí sabemos, es que el momento es ahora y las instrucciones precisas.

Oración:

Señor, gracias por darme tantas oportunidades para compartir tu amor con los demás. Dame sabiduría para aprovecharlas al máximo. Amén.

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