(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 109, 1 Corintios 10:1–6)

CONFESIONES HONESTAS

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

1 Samuel 15:22-23

Recientemente, la monarquía británica recibió un duro golpe, cuando el príncipe Harry y la duquesa Meghan rechazaron sus títulos de realeza y ser parte de la monarquía.

El pueblo de Israel sufrió mientras Saúl era su líder. Saúl no obedeció los mandamientos de Dios. Saúl también erigió un monumento para honrarse a sí mismo por su victoria en una guerra, elevándose por encima de Dios.

Cuando Samuel le preguntó a Saúl: "¿Por qué no obedeciste al Señor?" Saúl mintió, diciendo que todo lo que hacía era por Dios. Por supuesto, Samuel ya sabía lo que había hecho Saúl, y esta era una oportunidad para arrepentirse. Pero la respuesta de Saúl fue ridícula. Trató de encubrir su codicia con excusas religiosas. Saúl afirmó que había apartado las mejores ovejas y ganado para sacrificarlos a Dios. Pero era una mentira. También le echo la culpa a otros, diciendo que fueron los soldados quienes habían apartado las mejores ovejas y vacas. Entonces Samuel dijo: "¡Basta!" Y le dijo a Saúl que debido a que había rechazado la palabra del Señor, Dios ahora lo había rechazado como rey sobre Israel.

¿Qué hay de nosotros hoy? ¿Somos obstinados e ignoramos la palabra de Dios? ¿Inventamos excusas cuando hemos hecho algo malo? ¿Culpamos a otros por nuestras malas acciones? Si hacemos estas y otras cosas malas, debemos arrepentirnos y suplicar a Dios por su misericordia y gracia. No queremos enfrentar el sufrimiento de ser rechazados por Dios. Pero, "Si confesamos nuestros pecados, él (Dios) es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." (1 Juan 9:1), y en Hechos 3:19 dice: "Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados." En respuesta a su increíble amor por ti, sé fiel a él.

Oración:

Padre nuestro que estás en los cielos, dame la convicción para confesar honestamente mis pecados. En tu misericordia y gracia, Señor, restáurame para vivir fielmente por ti. En el nombre de Jesús, Amén.

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