(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 107:26–108:13, 1 Corintios 9:19–27)

DEFENSA INFALIBLE

Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Salmo 23:1-3

Como padres, queremos dar cosas buenas a nuestros hijos, pero no siempre les damos lo que piden porque no todo es para su bienestar, muchas veces reprochan y nos acusan de ser malos. Preferible eso a darles algo que les dañe.

El Salmo 23 es el testimonio de un hijo de Dios que sabe que el Señor está con él siempre. Representa la certeza de que, pase lo que pase, en la vida y en la muerte, este Dios será el pastor del creyente. ¿Se da cuenta por qué este salmo es uno de los más familiares y amados de todos los tiempos?

David, él mismo un pastor, conocía la relación entre un pastor y sus ovejas. Sabía que cualquier buen pastor haría todo lo que estuviera a su alcance para mantener a sus ovejas y protegerlas. Eso es lo que Dios es para David: un pastor que se asegura de que sus ovejas tengan todo lo que necesitan. Sabe por experiencia que su Dios pastor conduce a su pueblo junto a aguas tranquilas y refresca continuamente sus almas. Él sabe que incluso frente a enemigos mortales, este pastor nunca lo abandonará.

El Salmo 23 apunta al buen pastor, el Señor Jesús. En Juan 10:11, Jesús dice: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas". Y eso es exactamente lo que hizo Jesús. Dio su vida por cada uno de nosotros. Y con Jesús cuidándonos siempre, podemos decir con confianza: "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días." "Y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." (Mateo 28:20). Agradecidos, vamos a querer vivir una vida santa y anunciar en todo lugar lo que Dios ha hecho por el mundo.

Oración:

Señor Jesús, gracias por ser nuestro buen pastor y dar tu vida por nosotros. Gracias por caminar con nosotros siempre, incluso a través del valle de la muerte. Amén

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