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Meditación - 2021 abril 09

(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 90, 1 Corintios 4:1–6)

ENGAÑO

34 Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío. 35 Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición. 29:25 Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado? 31:20 Y Jacob engañó a Labán arameo, no haciéndole saber que se iba.

Génesis 27:34-35, 29:25, 31:20

¿Alguna vez le han engañado? ¿Ha comprado un artículo que prometía algo que no era? Yo compré un aparato que prometía hacer mi WiFi mucho más rápido y con mayor alcance, pero no sucedió como había prometido.

Los pasajes en los que hoy meditamos, vemos engaño tras engaño, primero, Jacob, engaña a su Padre, Isaac por la bendición que le pertenecía a su hermano mayor, Esaú. Y tuvo que salir huyendo tras las amenazas de muerte. Se va a Padan-aram, tierra de su Tío Labán, y trabaja siete años para que le dé a su hija Raquel en matrimonio, pero en la noche de la boda, Labán lo engañó y le da a Lea su hija mayor en lugar. Jacobo trabajó otros siete años por Raquel, el amor de su vida, y con el paso del tiempo se enriqueció grandemente. Llega el momento en que quiere partir “y puso en camino todo su ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán.” “Y Jacob engañó a Labán arameo, no haciéndole saber que se iba.” Nuevamente el engaño y huir.

Dios no puede ser engañado, él sabe nuestros pensamientos y lo que hay en nuestro corazón, y en lugar de huir, el quiere que corramos a él, a confiar en sus infalibles promesas. En su sueño, Jacobo luchó contra Dios y ganó porque se sujetó firmemente a lo que Dios le prometió, como algo ya acontecido. Podemos confiar firmemente que la promesa a Jacob es también para nosotros: “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.” Y lo que quiere Dios, es tenernos con Él, en el cielo, en donde nuestro Señor Jesucristo ganó un lugar para nosotros, entregando su vida en la cruz y con su gloriosa resurrección.

Oración:

Gracias Señor por tu promesa de estar con nosotros hasta que hayas logrado tu propósito con nosotros. Amén

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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