Skip to content

Meditación - 2021 abril 08

(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 89:23–52, 1 Corintios 3:16–23)

¿EL VEREDICTO? NO CULPABLE.

A los que [Dios] llamó, también justificó.

Romanos 8:30

Imagina que estás en la sala del tribunal de Dios. Él es el juez. Usted está siendo juzgado por violar su ley: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mateo 5:48). Ser perfecto. Sin pecado. Cada pensamiento, siempre perfecto, todo el tiempo. Cada palabra, siempre perfecta, todo el tiempo. Todo lo que haces, siempre perfecto, todo el tiempo. ¿Eres así de bueno? No. Entonces, ¿cómo te defenderías?

No te puedes auto justificar. Justificar significa declararse no culpable. Pero ninguna sala de justicia permite que la persona juzgada se declare inocente. El juez tiene que hacer eso. Pero hay esperanza para ti. No busques dentro de tí mismo para defenderte en este juicio. Mira hacia afuera de ti.

Mira en las promesas de Dios, en el pesebre donde yace el Hijo de Dios recién nacido. Ve la vida perfecta que Jesús vivió y las tentaciones que derrotó por ti. Mira a su cruz ensangrentada, donde se pagó el precio del pecado. Mira a una tumba vacía, donde el pecado fue enterrado y la muerte fue derrotada. Mira a Cristo, el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Entonces, ¿cómo te defiendes? Intenta esto: “Su señoría, admito que merezco estar separado de usted para siempre. Pero conozco a Uno que sufrió por mí. Su nombre es Jesucristo, el Hijo de Dios. Él ha borrado mi culpa".

Y así, el juicio ha terminado. ¿El veredicto? No culpable. Dios te justifica por amor a Jesús. Solo por un Dios tan bueno como el nuestro que nos ama, somos sus queridos hijos. En gratitud por su gran amor, vamos a querer vivir una vida santa y enseñar a nuestro prójimo su evangelio de amor y salvación.

Oración:

Señor Jesús, gracias por cumplir mi sentencia, en la cruz para mi justificación. Te pido me afirmes en la verdadera fe mediante el poder del evangelio, para que, en gratitud, pueda temer y amar a Dios, de modo que no desprecie su palabra ni la prédica de ella; sino que la considere santa, la oiga y aprenda de buena voluntad, dejando que sea ella misma quien suministre su interpretación y no mis ideas preconcebidas. Amén

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 abril 23

Ver Recursos

Meditación - 2019 diciembre 17

Ver Recursos

Meditación - 2019 diciembre 18

Ver Recursos