Meditación - 2020 septiembre 25

DEJEMOS LA MENTIRA

Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.

Salmo 116:11

Siendo sinceros con nosotros mismos, este es uno de los pecados que más cometemos porque queremos estar bien con todas las personas y recurrimos a no decir la verdad solo por este hecho. No importa si es una mentira menor o mayor, es un pecado en contra del octavo mandamiento el cual merece ser castigado eternamente en el infierno.

La Biblia nos afirma que no hubo engaño en la boca de Jesús, 1 Pedro 2:22 y esto lo hizo para nuestro beneficio, para que su honestidad perfecta fuera acreditada a nosotros. También encontramos su perdón de este pecado en su sacrificio y muerte y al decir estas palabras estando crucificado 1Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Salmo 22:1. Estaba sufriendo el castigo del infierno por cada uno de nosotros por cada uno de nuestros pecados, incluyendo todas nuestras mentiras.

Únicamente, por el amor a Dios, el Espíritu Santo ha puesto en nuestro corazón el deseo por gratitud a Dios de hablar siempre con la verdad, aunque nos traiga enemistades, aunque las personas no quieran tener más comunicación con nosotros. Con el tiempo, entenderán que la verdad es por el beneficio de todos. Que el Espíritu Santo nos conceda esto a cada uno de nosotros. Amén.

Oracion:

Espíritu Santo ayúdanos a hablar siempre la verdad para glorificar el nombre de nuestro Padre. Lo pido en el nombre de Jesús. Amén

Lea el Capítulo Completo Aquí