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Meditación - 2020 septiembre 16

Meditación - 2020 septiembre 16

LA VENGANZA QUE AVERGUENZA

25Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón. 26Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Dina de casa de Siquem, y se fueron.

Génesis 34:25-26

La venganza es como el efecto de las drogas sicoactivas. Traen placer a corto plazo, pero problemas a largo plazo. Los hijos de Jacob, Simeón y Levi, mostraron que estaban débiles espiritualmente porque hicieron un plan para vengar la violación de su hermana Dina por Siquem, hijo de Hamor. Estaban tan débiles, espiritualmente, que tomaron la bendición de la circuncisión como una trampa para debilitar a los Hamonitas y así cobrar su venganza. Alimentar la venganza como lo hicieron estos dos hermanos es el cumplimiento de lo dicho por Santiago 1:14-15 14sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Esta historia bíblica también nos señala nuestro pecado en contra del Quinto Mandamiento, porque en oportunidades, hemos querido y deseado vengarnos de nuestros enemigos.

Jesús nunca acudió a la venganza. Siempre amó, aun a sus enemigos, porque aun sabiendo que le querían asesinar, Él, por amor a nosotros, no permitió que sus discípulos cobraran venganza el día que fue aprendido injustamente por los lideres religiosos y su banda de seguidores. La Biblia nos dice 10Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. 11Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber? Juan 18:10-11. Jesús cumplió perfectamente el quinto mandamiento como nuestro sustituto y la copa de la cual habla en este versículo era su sufrimiento y muerte que sufrió para pagar el castigo por nuestro pecado.

Jesús resucitó venciendo el pecado, y ahora el Espíritu Santo nos de el deseo, por gratitud a Dios, de orar por nuestros enemigos, ayudar cuando ellos lo necesiten, y predicarles la Palabra de Dios cuando sea posible. El Espíritu Santo nos conceda esto a cada uno de nosotros Amén

Oracion:

Señor de Paz, permite que nosotros, en momentos de tentación de la venganza, solamente oremos por nosotros y nuestros enemigos, buscando devolverles el bien por el mal que nos hacen para que tu paz llegue a todos los corazones, en el nombre de Jesús. Amén

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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