
Meditación - 2020 octubre 20
Meditación - 2020 octubre 20
(Lectura de la Biblia en tres años: 2 Crónicas 26, Hechos 7:40–47)
JESÚS ENSEÑA A CONFIAR EN DIOS PARA VENCER TENTACIONES.
Ustedes deben orar así: […] Y no nos dejes caer en tentación.
—Mateo 6:9a, 13
Cuando aprendemos la ley moral también aprendemos la voluntad de Dios. El apóstol Pablo escribió: «Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.» (Efesios 5:17 RV60) Conocer la voluntad de Dios es parte de conocer a Dios. Dios quiere, no solo que conozcamos su ley moral, también quiere que la obedezcamos perfectamente (Mateo 5:48). Pero ningún ser humano puede obedecer la voluntad de Dios perfectamente: «Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.» (Eclesiastés 7:20 RV60) Por eso es importante que después de estudiar cada uno de los diez mandamientos confesemos: «Dios quiere que obedezcamos este mandamiento perfectamente, pero no podemos». No reconocer esta verdad puede llevarnos a tener una amarga experiencia ¿Cómo así?
Cuando Jesús iba a ser arrestado, profetizó a Pedro que él le negaría y animó a los discípulos a orar para no caer en tentación. Pedro se imaginaba que él podía vencer esa tentación en su propia capacidad y aseguró porfiadamente: «Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo». Del modo más doloroso aprendieron que su viejo Adán cae frente a la tentación. No prestaron atención a las palabras de Jesús: «Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.» Pablo describe esta verdad cuando confiesa: «Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.» (Mateo 26:33–35, 41; Romanos 7:18,19 RV60). Cristo venció todas las tentaciones en lugar de nosotros y en la cruz sufrió toda la ira de Dios para salvarnos. En gratitud vamos a querer buscar su auxilio frente a la tentación confiando en él para vencerlas y no en nosotros mismos (Jeremías 17:5–9)
Oración:
Señor, pecador he nacido y lo único que puedo hacer es ofenderte, pecar contra ti y merecer toda tu ira. Por los méritos de tu Hijo conviérteme, y seré convertido. No hagas conmigo conforme a mis rebeliones sino conforme tu misericordia hágase en mí conforme tus mandatos y promesas evangélicas. En tu misericordia, no permitas que yo caiga en ninguna de las tentaciones de mi carne, del mundo, ni del diablo. Amén.
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos