Skip to content

(Lectura de la Biblia en tres años: 1 Reyes 2:1–12, Juan 3:22–30)

ADORACIÓN A CRISTO RESUCITADO

Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban.

—Mateo 28:16–17

La iglesia cristiana nació fruto del testimonio de los apóstoles quienes afirmaban que Jesucristo, el Mesías de Israel, después de morir crucificado había resucitado. Lo creían tan firmemente que no tenían temor a la muerte ni a ningún padecimiento que resulte por anunciarlo. ¿Por qué, entonces, Mateo dice que algunos dudaban en la montaña de la Gran Comisión?

Es evidente que no dudaban que se trataba de Jesucristo, el hombre que había sido su maestro los tres últimos años. Tampoco dudaban de que haya resucitado pues él estaba presente allí mismo disipando toda duda respecto a que estaba vivo. Mateo nos dice que los discípulos al ver a Cristo en la montaña donde los había citado, lo adoraron. Es aquí donde menciona que algunos dudaron. Eso significa que dudaron al adorarle. Eso es comprensible pues podían ver a Cristo en carne y hueso, lo que no facilitaba el verlo como Dios. La biblia dice que Dios es espíritu y lo que ellos podían ver era un ser humano de carne y hueso resucitado, tal como el mismo Jesucristo lo había afirmado: «Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que los tengo yo.» (Lucas 24:39). Ellos estaban acostumbrados a pensar en Jesucristo como su prójimo, su paisano, su maestro en el mejor de los casos. Pensar en Cristo como Dios era algo nuevo. Para disipar toda duda Cristo les dice: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra […] les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.» (Mateo 28:18,20). Con estas palabras les decía que él es todopoderoso y todo el universo está bajo su poder, que estará con su pueblo hasta el final pues él es por siempre.

Es verdad que en Cristo «Dios fue manifestado en carne», es decir, se hizo humano. Lo hizo para poder, en lugar nuestro, obedecer la ley moral que nosotros hemos fallado en obedecerla perfectamente y para padecer en la cruz el castigo que merecemos por nuestro pecado. Pero hecho esto ha retomado todos sus atributos divinos (omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia, etcétera.) y en gratitud nosotros vamos a querer adorarle como lo que verdaderamente es: Dios, el Hijo, la segunda persona de la Santísima Trinidad.

Oracion:

Señor misericordioso, es verdaderamente digno, justo y saludable que en todo tiempo y en todo lugar te demos gracias, por Jesucristo, nuestro Señor, porque el misterio del Verbo hecho carne, nos has ofrecido una nueva revelación de tu gloria, a fin de que, viéndote en la persona de tu Hijo, seamos atraídos a amar las cosas divinas e invisibles. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí

Meditación - 2020 junio 06


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos