Meditación - 2021 enero 31

(Lectura de la Biblia en tres años: Salmo 4–5, Hechos 28:26–31)

ESTAR EN LA CASA DEL PADRE

"—¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?"

Lucas 2, 49

¿Se ha hecho un propósito de año nuevo? Tal vez en otros años los haya hecho. A mucha gente, le gusta hacer nuevos propósitos cada vez que un año empieza. ¿Que tipo de propósitos llega usted a escuchar? Vera que la mayoría de las veces, los propósitos que tienen las personas están muy concentradas en lo material: Tendré un nuevo coche, remodelaré la casa, iré al gimnasio. comeré más sano, bajaré de peso, emprenderé un nuevo negocio, conseguiré una pareja.

No tiene nada de malo hacer este tipo de propósitos. Pero sí hay algo de malo cuando estamos tan concentrados en estos propósitos materiales que descuidamos mucho nuestro espíritu.

En la lectura del evangelio de Lucas en la que meditamos el día de hoy, José y María estaban buscando al joven Jesús. Habían ido al Templo de Jerusalén a adorar y, a medio camino se dieron cuenta de que no estaba ya con ellos. Preocupados, regresaron a Jerusalén a buscarlo. Cuando lo encontraron, lo vieron haciendo algo que no es común en un joven de 12 años. Estaba en el Templo hablando con los doctores de la ley y muchos estudiosos de la Biblia. Cuando su madre le cuestionó sobre su acción, Jesús le responde: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?"

Usted puede tomar el ejemplo de Jesús en esta historia para hacer su propósito de año nuevo. Esta bien si desea cosas materiales. Pero no deje que esto sea su prioridad. Propóngase a pasar más tiempo con su Padre Celestial. Estudie la Biblia y comparta todo lo que aprenda a los demás que viven cerca de usted. Verá que el tiempo que pase con su Padre será de enorme bendición para su crecimiento y madurez espiritual. Busque primeramente el Reino de Dios y su justicia y todas las otras cosas le serán añadidas.

Oración:

Padre nuestro, que mi propósito para este año y siempre sea pasar más tiempo contigo para aprender más de ti y lo que has hecho para salvarme. Y todo lo que aprenda, lo comparta con aquellos que viven cerca de mí y necesitan urgentemente escuchar tus palabras. Amén.

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