Meditación - 2021 enero 28

(Lectura de la Biblia en tres años: Job 41, Hechos 28:11–16)

USTED HA SIDO LLAMADO A LA PAZ DE CRISTO

“Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.”

Colosenses 3, 15

Sólo basta una minúscula diferencia para que comiencen los desacuerdos. Los conflictos son tan comunes que, tristemente, también han llegado a la Iglesia. Aunque sea minúscula, una discrepancia perturba la paz en una congregación.

Esto es algo que no puede ocurrir dentro de la Iglesia de Cristo. Jesús nos ha llamado a la paz. Él mismo nos dio la paz para con Dios por medio de su sacrificio expiatorio. Ahora estamos en paz ante Dios. Las diferencias han cesado, no hay nada que nos separe de Cristo. Él vivió una vida perfecta, nos dio un ejemplo a seguir para con los demás.

Así como hemos sido llamados por la fe a tener paz con Dios, debemos tener paz para con nuestro prójimo. Cristo Jesús amó aún a sus enemigos. Vivió en paz con todos aquellos que le rodeaban.

Nosotros como cristianos llamados a la fe queremos seguir el ejemplo de nuestro Señor. Vivamos en paz unos con otros que ésta es la voluntad de quien nos ha llamado. Somos una sola iglesia, somos como un cuerpo. Ninguno, por separado, puede ser útil para todo el cuerpo. Todos necesitamos de nuestros hermanos. Somos una familia, y como una familia queremos amarnos y ser unidos. Apoyar al hermano necesitado porque todos somos uno en Cristo Jesús.

Cuando surja una diferencia para con un hermano hay que buscar inmediatamente la conciliación, perdonarnos y pedir al Señor su ayuda para solucionar el problema.

Si mostramos la paz a la cual fuimos llamados, daremos fruto de nuestra fe, y esto será de testimonio para el mundo. El amarnos y estar en paz unos con otros también es un testimonio de fe, y como testimonio una forma de compartir el evangelio.

Oración:

Señor perdona todas las veces que hemos perturbado la paz en nuestras iglesias. Haznos recordar que somos una familia llamada a la paz y que por nuestras obras damos testimonio a los de afuera. Amén.

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