Meditación - 2021 enero 24

(Lectura de la Biblia en tres años: Job 38:21–41, Hechos 27:21–28)

UN NUEVO CANTO AL SEÑOR PARA LAS NACIONES

“Canten al Señor un cántico nuevo; canten al Señor, habitantes de toda la tierra. Canten al Señor, alaben su nombre; anuncien día tras día su victoria. Proclamen su gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos.”

Salmo 96, 1-3

Algunas personas cuando se sienten muy contentas empiezan a cantar. Eligen una de sus canciones favoritas y la comienzan a entonar alegremente. Las razones de su estado de ánimo pueden ser varias: Han concluido un año escolar, llegó el día de su cumpleaños, verán a alguien que no habían visto en mucho tiempo, han ganado un concurso, etc... Es tanta la alegría que sienten que quieren compartirla de la mejor manera posible, para así transmitir esta misma felicidad a los demás. Cantando se llega a compartir esa alegría con las personas que les rodean, para que así también se sientan alegres y, en ocasiones, también las acompañen en su cantar.

El salmo del día de hoy nos anima a cantar. Sí, nos dice que "Canten al Señor un cántico nuevo; canten al Señor, habitantes de toda la tierra. Canten al Señor, alaben su nombre". ¿Por qué nos pide la Escritura que cantemos al Señor? ella misma nos responde: "anuncien día tras día su victoria. Proclamen su gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos".

En efecto, Dios nos ha mostrado su victoria sobre la maldad, sobre el diablo y sobre el mundo que es incrédulo. La obra de Jescristo nos ha librado de todos estos enemigos. ¡Somos libres! Ahora podemos acercarnos a Dios sin ningún temor porque ya hemos sido perdonados. Cuando Dios nos voltea a ver, ve la santidad de su Hijo. Y por ello nos da el Cielo de regalo. ¡Qué maravillosas noticias! Y no son solo para unos cuantos de un solo lugar, sino para ¡todas las naciones! Cristo murió por el mundo entero y el mundo entero puede tener la oportunidad de creer y ser salvo.

Proclamemos estas noticias entonando cantos. ¡Canten al Señor, naciones todas! ¡Todos sus santos alégrense y compartan las maravillosas promesas de Dios!

Oración:

Mi Señor, cuán grandes son tus maravillosas noticias. llenan de gozo el corazón y de alegría el espíritu. Que siempre las proclame en cantos de gozo y felicidad para que todos los que me rodean sientan esta misma alegría al escuchar tus promesas. Amén

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