Meditación - 2020 diciembre 13

(Lectura de la Biblia en tres años: Job 2, Hechos 18:1–9)

La idioma del amor

»Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Juan 3:16.

Es oficialmente uno de “Los Cinco Lenguajes Del Amor": los regalos. Dar y recibir regalos es una de las cinco formas principales en que los seres humanos expresamos y recibimos amor.

No es de extrañarse que en Navidad muchos de nosotros ponemos esfuerzo para comprar los regalos perfectos para nuestros amigos y familiares. Creo que todos podemos estar de acuerdo en que un regalo significativo tiene el poderoso potencial de comunicar amor y aprecio.

Sin embargo, no hay un regalo humano que se compare con el regalo más valioso y la expresión de amor más grande jamás otorgada en la historia de la humanidad. ¿Quién puede comenzar a comprender el don de caminar mano en mano con Dios para siempre en el paraíso, y el amor detrás de ese don? Para darnos la vida eterna Dios tuvo que cubrir a la segunda Persona de la Trinidad, su único Hijo, en nuestra carne y hueso y clavarlo en la cruz saturado de nuestro pecado.

¡Qué regalo! ¡Qué amor! La eternidad será demasiado corta para maravillarnos y alabar al Señor por su regalo de amor. Con manos temblorosas y una oración especial, esta semana esperamos desenvolver un poco más el regalo del amor de Dios, para examinar palabra por palabra el versículo que es probablemente el más famoso de la Biblia: Juan 3:16.

Hoy, desenvolvemos el increíble regalo de Cristo pensando en el sujeto que nos ama tanto para darnos a Jesús: Dios. “Porque tanto amó Dios al mundo." ¿Por qué Dios querría o necesitaría amarnos? ¡Él es, después de todo, Dios! En definición, es el único ser perfectamente autosuficiente e independiente que existe. No necesita nada ni a nadie para sentirse feliz, completo y vivo. ¿Por qué Dios amaría al mundo de tal manera que personas como tú y yo, que pecamos diariamente contra él, deberían volver a caminar de la mano con él y a costa de la vida de su Hijo? ¿Por qué querría Dios hacer eso? ¿Por qué lo encontraría necesario? ¡Qué misterio! ¡Qué regalo! ¡Qué amor! ¡Este es el regalo para ti!

Oración:

Querido Padre, la eternidad será demasiado corta para alabarte por el don de tu Hijo. Nunca sabré por qué me amas tanto, pero lo haces. Recibo tu regalo con fe y con acción de gracias. Amén.

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